Las relaciones entre los países de América Latina

LAS RELACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA ciación y, corroboró así la decisión de no alterar el statu-quo socioeco– nómico de la vinculación de las respectivas zonas peruano y chilena me– diante una ruptura de la continuidad fronteriza. Posición de Chile frente a la contraproposición peruana La actitud chilena frente a este planteamiento se fundamentó en que incidía en materias propias de la exclusiva soberanía del país e implica– ba además una modificación clara y manifiesta de las cláusulas esti– puladas en 1929 que establecieron para siempre la soberanía chilena en Arica. No se consideró, en consecuencia, que este proyecto peruano constituyera la respuesta a la consulta formulada en 1975 29 . La. solu– ción del condominio, o de zonas de derecho compartidos se ha demostra~ do como fuente de conflictos a mediano plazo, lo fue así, en cierto modo, el régimen establecido por el Tratado de 1866 entre Chile y Bolivia, apli– cable a la zona entre los paralelos 23 y 25 30 . La contraproposición peruana' alteraba además lo solicitado por Bolivia ya que el área de soberanía compartida significaba necesaria– mente privar a Bolivia de costa propia, aunque ofreciera otras ventajas como el régimen tripartito en el puerto de Arica y estableciera la exclusi– vidad boliviana en los espacios marítimos. El polo de desarrollo económico tampoco fue suficiente estímulo para ganar la adhesión de Chile a la fórmula peruana; ese país prefirió que prevaleciera las condiciones objetivas para la atracción de capitales. Bolivia intentó utilizar la línea media entre estas dos posiciones solicitando a Chile una modificación de las condiciones sobre el canje y al Perú igual actitud respecto del establecimiento de un área de sobe– ranía compartida. Resultó atrayente, en cambio, para Bolivia la idea de constituir un polo de desarrollo tripartito en la zona costera que fuera transferida a la soberanía boliviana 31 . Con estos dos nuevos factores, la propuesta peruana y la respuesta boliviana, se planteó una fase diferente en la perspectiva chilena de las negociaciones. La opinión pública boliviana comenzó a imprimirle un sello más definitorio en cuanto a su oposición a las bases de acuerdo y en una búsqueda más abi.erta de los foros extránjeros. 29 Memorándum de 26 de noviembre de 1976. Historia de las Relaciones Chileno– Bolivianas, Op. cit., Anexo 11, p. 52. 30 Tratado de Límites entre Chile y Bolivia. Tratados Bilaterales Chile-Bolivia, .Op. cit., pp. 31-32. Fuente primaria para los planteamientos chilenos frente a la propuesta peruana es el informe de 24 de noviembre de 1976, preparado por los asesores Sres. Julio Philippi y Enrique Berstein a pedido de la Cancillería Chilena. 31 Planteamiento del Pdte. Banzer en diciembre de 1977. 168

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