Las relaciones entre los países de América Latina

LAS RELACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA de que no existía ningún acuerdo previo que obligara a Chile a negociar estas materias 17 . . Otro factor de cOnsideración en este planteamiento fue el de que para la opinión pública y .el gobierno, la cesión de parte del territorio sin compensaciones atentaba contra los derechos históricos legitimados por acuerdos libremente concluidos. No innovar en lo estipulado en 1904 en cuanto a consolidación de territorios por parte de Chile y la bús– queda de un arreglo mutuamente conveniente, contemplando los inte– reses de ambas partes, sería la única solución aceptable. Igualmente la concesión de un enclave implicaría la interrupción del territorio con consecuencias evidentes para la unidad territorial. La posición del gobierno de Chile fue más flexible y pronta al com– promiso respecto de la compensación por el área a cederse, el aprove– chamiento de las aguas del río Lauca y la desmilitarización de la zona. Es indudable que existe por parte de Chile una mayor sensibilidad para considerar los problemas bolivianos en cuanto país sin litoral, como asimismo respecto de la búsqued~ de acuerdos que le permitan remediar ese bloqueo natural, pero no en cuanto a que éstos impliquen cesión territorial sin compensaciones y. que interrumpan la continuidad territorial del país. Por otra parte, el gobierno de Chile considera que la piedra angular del sistema de cooperación entre ambos países está constituida por los derechos esencialmente no recíprocos adquiridos por el altiplano cOIÍ los convenios de 1904 y 1937, referidos al régimen de libre tránsito. Por último, pareciera que el gobierno chileno, al contrario que el boliviano, fue capaz de imprimir un mayor impulso a estas negociacio– nes, en especial en la búsqueda de un compromiso. En cierta medida esto puede haberse debido a los diversos grados de consenso que cada gobierno logró para sus posiciones. Es evidente que el Presidente Banzer sufrió una alteración seria en el sustento mínimo necesario para llevar a cabo una negociación de este tipo. El fracaso en realizar en la práctica los acuerdos informales para concretizar los estudios acerca del canje territorial y el régimen de libre tránsito,. correspondieron al paulatino desentendimiento del gobierno boliviano de la cuestión, más que a la diplomacia chilena. Tradición e innovación en la posición chilena En una perspectiva histórica, la negociación en estudio (1975-1978) presentó dificultades adicionales a las de otras oportunidades, propias de una situación territorial y geopolítica compleja, que puede defmirse como la penúltima etapa de la guerra del Pacífico. Tal como se ha men– cionado, surgieron en el pasado y hasta 1904, otras fórmulas para otorgar 17 Ver respuesta chilena de 19 de diciembre de 1975. ¡bíd.. pp. 44-46.

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