Las relaciones entre los países de América Latina
LAS RELACIONES ENTRE LOS PÁISES DE AMÉRICA LATINA tiva que nos propusimos como método, pero estamos emitiendo sí un juicio de realidad fundada en hechos tangibles y ampliamente aceptados en los distintos estratos de la sociedad brasileña. Nos queda por llamar la atención respecto de los fenómenos que po– drían alterar la base sólida sobre la cual se ha edificado al Brasil potencia. Estos podrían ser la síntesis de una disidencia política que afectara la cohesión interna creando una oposición frontal entre el país formal y el país político -o sea entre el estado y la nación- aliada a un fenómeno social referido a las condiciones de extrema pobreza del nordeste que podrían alcanzar un alto potencial de conmeto mediante una exacer– bación de expectativas en las que la anomia resultante adoptara una connotación revolucionaria. Estimamos inviable tal camino, pues creemos que la apertura política ofrecida al país como respuesta a las aspiraciones de la nación y la decisión de atenuar, con miras a suprimir, las diferencias en el proceso de distri– bución de la renta nacional y vertebrar un proceso de integración social y nacional, permitirán superar estas áreas potenciales de conflicto. En síntesis vemos al Brasil de hoy situado en los "umbrales" de la grandeza. En lo político en el "umbral" de la democracia, en lo econó– mico en el "umbral" de las sociedades industriales. en lo social en el "umbral" de la desmarginalización y de la mejora sustancial del hábitat del hombre brasileño, en lo internacional en el "umbral" de las grandes potencias. Me queda por hacer una declaración en la que asumo un compromiso que me aparte de la objetividad de este ensayo. Como hombre latinoamericano proclamo mi admiración convencida al "Brasil potencia" que ha sabido remontar un escenario limitado para una vida intensamente interdependiente como la actual y proyectó por primera vez en forma seria a América Latina en el contexto mundial. Ello acarrea significativas responsabilidades americanas para el Brasil que han sido miradas por muchos con recelo y acaso con envidia, más convencido del rol de América Latina creo que debemos mirarlo como ejemplo y considerarlo un estímulo para nuestro entendimiento. Al terminar este trabajo quiero homenajear a la diplomacia brasileña que hizo posible la idea de potencia que soñaron los descubridores del Brasil. Para finalizar, sólo una cita que proviene, paradojalmente del jefe de la oposición brasileña UIyses Guimaraes y constituye una lección para la América hispana. "Creo en la vocación de grandeza de un pueblo que mantuvo la unidad, cuando en la banda del Pacífico el imperio español estalló en 23 países"lll. 111 Guimaraes, Ulvses: "A política é a esperanza", en Resenha: Brasil, p. b.
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