Propiedad industrial e intelectual y desarrollo tecnológico

Pedro Roffe 142 en los países industrializados, de cómo responder a los desafíos presentados por estas nuevas realidades. La agenda de los 70, por su parte, se encontró dominada por las pretensiones de los países en desarrollo de mejorar su posición dentro del sistema internacional. Mirando hacia atrás cabe cons– tatar que algunas de las cuestiones planteadas en la década de los 70 han sido superadas por los nuevos desarrollos; otras, por el contrario, continúan siendo aspiraciones legítimas, pero muy probablemente sobre nuevos su– puestos y bases técnicas que deberían ser más sólidas. 1. Dos escenarios diferentes Si se observa, por ejemplo, lo ocurrido en el campo de las patentes pueden constatarse diferencias fundamentales entre la década de los 70, todavía preocupada por cuestiones tradicionales de protección, con un mundo de los 80 donde los microorganismos vivos pueden ser patentables y donde la protección, tal como fuera anunciada por la Corte Suprema de los Estados Unidos, puede extenderse a "todo bajo el sol creado por el hombre". Por el lado de las políticas antí-monopolio o de control a las prácticas restrictivas comerciales, las premisas de ese control en los países industria– lizados han cambiado radicalmente, desde una posición estricta respecto del conflicto entre protección y normas sobre la competencia, con cIaras preferencias a la mantención de la competencia sobre la protección, a una situación en los 80 donde el uso ilimitado de los derechos de propiedad intelectual son considerados necesarios para el funcionamiento de una economía competitiva y de mercado. Desde un enfoque más crítico a la conducta de las empresas transna– cionales en los años 70, se está siendo testigo en la actualidad de una reconsideración de su rol y de su contribución al desarrollo y al crecimiento. Igualmente importante son los cambios políticos en Europa del Este que están conduciendo al desmantelamiento del sistema del CoCom que primó durante el período de la post-guerra y que establecía el tipo de tecnología que podía o no exportarse a esos países. Por otro lado y tal como se mencionara anteriormente, la tecnología como tal es considerada en los 80 como un factor clave en la competitividad internacional, entre empresas y países. Acceso a nuevos mercados y poder económico, se los vincula en general al conocimiento tecnológico y a la capacidad de innovación. Por ejemplo, se menciona que en los Estados Unidos en 1986, más allá del 27% de las exportaciones tendrían un compo-

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