Propiedad industrial e intelectual y desarrollo tecnológico

,Marino Pomo 4 En esta atmósfera se realizan una serie de reuniones internacionales en materia de Propiedad Industrial que culminaron con la Conferencia de París -llamado Congreso Internacional de la Propiedad Industrial- que se celebra en 1878 y que da nacimiento años más tarde al Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial. El nuevo tratado se firma efectivamente en la capital francesa en 1883, constituyendo la Unión de París para la Protección de la Propiedad Industrial Este Convenio fue originalmente firmado por 11 países: Bélgica, Brasil, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Italia, Países Bajos, Por– tugal, Serbia y Suiza, a cuyos Estados se sumaron muy pronto otros 11: Alemania, Austria, Dinamarca, Estados Unidos de América, Hungría, Japón, México, Noruega, Reino Unido, Suecia yTúnez.. Con los años, otros Estados se han ido agregando hasta llegar a los 101 que hoy conforman la Unión de París. El texto del Convenio de París representó una transacción entre posiciones diferentes, pero coincidentes todas en la necesidad de "interna– cionalizar" la protección de la Propiedad Industrial como base indispensa– ble para un comercio más fluído de tecnología (protegida por las patentes) y de productos (protegidos por las marcas comerciales). Las posiciones de los países que tenían esta preocupación (principalmente los grandes países de Europa continental y Gran Bretaña, los Estados Unidos de América y Japón) podían diferir en el alcance de la protección internacional, aunque todos coincidían en su respeto irrestricto a los derechos del propietario de un título de Propiedad Industrial, a nivel nacional Esta actitud hizo posible que el Convenio de París fuera concebido como un conjunto de principios muy generales y de gran flexibilidad, cuya protección la otorgaba la ley nacional de cada Estado de manera bastante similar, en cuanto a su alcance ygarantías. Esta solución trataba de conciliar la necesidad de "internacionalizar" el sistema, frente a la imposibilidad práctica de tener un sistema único. En las legislaciones nacionales sevieron pronto reflejadas en forma similar las líneas fundamentales de protección, produciéndose diferencias por países en algunas áreas tecnológicas y cier– tos procedimientos para la obtención de los títulos de protección. Sin embargo, en lo que respecta a los paísesmás desarrollados, estas diferencias han idominimizándose paulatinamente hasta nuestros días yespecialmente en la última década, se ha producido un importante movimiento de armo– nización.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=