El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica
EL MAR COMO FACTOR ESTRATtGlCO todas acordes con la realidad nacional y congruentes entre sí, tendien– tes a lograr que el país sea lo que deseamos en el concierto de las naciones. La estrategia naval es aquella que concierne al empleo de las fuerzas navales para conseguir los propósitos de la guerra en el mar. Como la estrategia implica el uso colectivo de medios, debemos, por lo tanto, analizar los instrumentos del poder naval. EL PODER NAVAL Cuando Brodie escribió sus estudios sobre el poder naval a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, el acorazado cedía su primacía al por– taviones. Las fuerzas navales seguían constituyendo una forma muy espe– cializado de poder militar, relativamente aisladas en un medio singular y todavía principalmente preocupadas de aproximarse y derrotar a oponentes similares en un combate. Este cuadro estratégico hoy ha desaparecido. Después de la Primera Guerra Mundial el submarino desafió a buques mucho más poderosos. En el segundo gran conflicto los portaviones no sólo combatieron con sus iguales sino bombardearon objetivos en tierra mucho más allá del alcance de los cañones. Al mismo tiempo los aviones basados en tie– rra se transformaron en uno de los enemigos más peligrosos de los bu– ques de guerra. Ya no se combatía 'con su igual y los índices del poder naval se habían alterado para siempre. En la segunda mitad de este siglo los avances en propulsión nuclear, en aviación, en misiles, explosivos y técnicas de cómputo han variado totalmente el transfondo en el cual las batallas de las flotas eran el foco de la estrategia. El submarino, el avión y el misil se han constituido en los enemigos más formidables de los buques de superficie y éstos hallan hoy sus principales blancos y objetivos en tierra. El bombardeo terrestre, que antes era una tarea secundaria, ha pa– sado a ser hoy la preocupación principal de las grandes marinas, estra– tégicamente desde submarinos portamisiles, tácticamente con aviones basados en el mar. La guerra del Vietnam y la crisis cubana han ilustrado el papel que cumplen las marinas para las potencias mundiales: intervención en guerras locales, disuasión y el apoyo a la di plomada en épocas de crisis. Con más de los dos tercios del mundo cubiertos por mar, con más de la mgad de estos océanos de más de tres mil metros de profundidad y con más de 115 estados soberanos con litoral, es inevitable que mientras los estados empleen la fuerza como instrumento de su política, la acti– vidad militar continuará en el mar. Entre las características que recomiendan el empleo del poder naval al estratega moderno, se destaca la alta movilidad de sus unidades que 1°3
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