El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica
EL MAR EN LA HISTORIA DE CHII.E de Richelieu y Luis XIV (1624-1715) iba a ir abriéndose paso simultánea– mente con la decadencia española. España y sus colonias, conocerían la »ilustradalx influencia francesa en todos los campos, especialmente en las actividades maríti mo-comerciales y en la política administra– tiva durante el siglo siguiente. EL CONTRABANDO Y LAS EXPEDICIONES COMERCIALES Y CIENTIFICAS DEL SIGLO XVIII La alianza de las coronas de España y Francia se produjo con motivo de haber asumido el trono español el príncipe borbón Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, en 170 l. Señala al respecto el historiador Sergio VilIa– lobos: ¡¡El establecimiento de la nueva dinastía significó desde el pri– mer momento una subordinación a la influencia francesa, que se mani– festó tanto en las costumbres de la corte como en la administración y en la política internacional; el origen francés del nuevo monarca, la activi– dad de sus consejeros, también franceses y las inspiraciones del prepo– ten te Luis XIV dejaron ligadas a ambas coronas en intereses comune!J( ¡;. Los efectos de esta alianza se hicieron sentir en todo el imperio colo– nial español, al autorizar y amparar la intromisión francesa y, espe– cialmente, debido a la Guerra de Sucesión, durante la cual las coronas borbónicas' lucharon juntas en contra de Inglaterra, Austria, Portu– gal y Holanda. Los requerimientos bélicos impidieron a España atender la defensa, el comercio y las comunicaciones con sus colonias. Por ello solicitó expresamente la venida de los barcos franceses a fin de asis– tir y proteger las necesidades de la navegación en América. En nu– merosas ocasiones esta situación de tolerancia y colaboración se trans– formó en una participación de las autoridades coloniales en el ilegíti– mo tráfico de contrabando de mercaderías, a veces encubierta, otras en forma clara y abierta. Como un ejemplo del primer tipo, permItIen– do el desembarco a pretexto de defender el litoral, puede señalarse una carta enviada por el Gobernador de Chile Francisco lbáñez y Peralta: »EI virrey del Perú me avisó de dos navíos franceses al Callao, y que les había permitido el desembarco de sus ropas, y que las pudiesen vender pagando un cinco por ciento de derechos reales, que le había mo– vido a dar este permiso la suma necesidad de ropa con que se hallaba el reino, y valerse de aquellos navíos para que buscasen a los piratas in– gleses que andaban en este mar(( (Carta de Francisco Ibáñez al rey, 3 de agosto de 1707 - Biblioteca Nacional, Sala Medina, vol. 172 pág. 251- citado por Villalobos, Sergio, ob. cit.). A pretexto de »motivos inevitables de arribada(, tales como carenar sus barcos, conseguir alimentos frescos, (evitar el escorbuto) y obtener aprovisionamiento y reparaciones urgentes para continuar la nave- 'Villalobos, Sergio. )lEI Comercio y la Crisis colonial«. 95
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