El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica

EL MAR EN SEIS DIMENSIONES / F. Marull Bermúdez Debe tenerse siempre presente que .CJ;¡ il e, poseedor de una rudimenta– ria economía agrícola, se financió gracias al Real Situado que erogaba España desde el Perú a este alejado confín. SIGWS XVII Y XVIll Filibusteros y piratas del siglo XVII Las expediciones de las flotas rivales de España, de holandeses e in– gleses, luego del viaje de Schouten y Le Maire se iban a suceder una tras otra. Los ingleses proyectaron varias veces apoderarse del extremo sur– americano, pero fueron los holandeses quienes lo intentaron expedi– cionando en las colonias españolas. La flota de Jacob L'Hermite se instala en Juan Fernández y ataca a El Callao, por su parte, en 1643, Hen– rick Brouwer se apodera de la ciudad de Castro en ChiJoé, pretendiendo luego su lugarteniente Elías Herckmans alcanzar hacia Valdivia. De– sembarca en Carelmapu, pero no habiendo obtenido un decisivo apoyo de los indígenas, con quienes inicialmente celebraron un pacto contra los españoles, Herckmans y la flota holandesa abandonan el asedio. Sin embargo, esta expedición que había asolado Chiloé, repitiendo lo ya realizado por otro holandés Baltasar de Cordes, en 1599, quien tam– bién pretendió apoderarse de Valdivia, induJo a las autoridades virrei– nales a preocuparse de fortificar adecuadamente esta región mediante costosos trabajos. Estos sólo en 1646 quedaron terminados. Para esa época los holandeses habían abandonado su base de operaciones en Pernambuco (Brasil) y dejaron paso a los piratas ingleses y franceses. Los ingleses actuaron principalmente en el legendario Caribe donde se apoderaron de las Bahamas, de Jamaica (1655) y de numerosas islas de las Antillas menores, pero también incursionaron por el Pacífico. Atravesando el itsmo de Panamá, Henry Morgan llegó al Pacífico en 1671. Siguiendo el camino del célebre Morgan, también desde allá partió Bartolomé Sharp. Por otra parte, por el extremo austral de Suda– mérica penetró John Narborugh por esos mismos años. Narborough se apoderó de Pumo Deseado (hoy en la Patagonia argentina) y luego intentó tomar Valdivia, sin éxito (1669). Por su parte Sharp saqueó La Serena y se instaló en el Archipiélago Juan Fernández. La es– tratégica ubicación de estas islas serviría, al igual que las Galápagos, como base de operaciones, refugio y.abastecimiento para los filibusteros del siglo XVII y para los corsarios y contrabandistas del siglo posterior. Nada, o muy poco, podían las colonias españolas hacer frente a las in– cursiones piratas. La indefensión española frente a sus enemigos, continuó en todo el siglo XVII. La firma del Tratado de Westfalia (1648), que puso término a las guerras religiosas de los Treinta Años, sólo significó un nuevo re– troceso en la decadencia general del poderío español, que con los últi– mos Habsburgos se acentuaría claramente. El absolutismo francés 94

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