El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica
EL MAR EN SEIS DIMENSIONES / P. Arana y O. Guzmán El grado de atención que deba prestarse a materias como la inver– sión de capital, mano de obra, docencia, desarrollo tecnológico y merca– do, será establecido de acuerdo a las políticas de desarrollo emitidas por el gobierno. Tampoco se debe dejar de lado lo relacionado al aprovechamiento in– tegral de las capturas en sus aspectos de conservación, elaboración y distribución, así como el adecuado empleo de equipos, mano de obra y otros recursos. En consideración a que en muchas oportunidades las medidas ad– ministrativas son orientadas a regular algún tipo de actividad producti– va, es necesario que estén cimentadas sobre un substrato legal, a fin de que sean aceptadas y respetadas, o de lo contrario las mismas pierden gran parte de su efectividad y justificación. De lo expuesto se deduce que la Administración Pesquera no debe entenderse como sinónimo de regulación. En su función de racionaliza– ción el uso de los recursos deberá facilitar la expansión y el desarrollo, cuando se trate de especies potenciales o subexplotadas, y fijar medi– das regulatorias en caso de qu.e los volúmenes de captura se acerquen al máximo rendimiento sostenido. Aspectos institucionales Desde el momento que el ejercicio de la Administración Pesquera, im– plica la imposición de autoridad sobre procesos productivos, que se desarrollan en base a la explotación de recursos pesqueros de propie– dad común, la responsabilidad de ejercerla recae inevitablemente en el estado. A fin de que la gestión administrativa estatal sea efectiva, debe carac– terizarse por un gran dinamismo, de igual manera en que OCl,lrren los cambios en la pesca. Esto puede lograrse siempre y cuando los organis– mos públicos responsables puedan emitir decisiones oportunas, lógi– cas y efectivas, considerando los factores oceánicos, biológicos, econó– inicos, sociales y tecnológicos que intervienen en los procesos de pro– ducción pesquera, a la vez de evaluar las interacciones que se dan entre los mismos. Esta acción reviste una gran complejidad causada por la multipli– cidad de factores e interacciones involucradas. No obstante puede ser facilitada si están claramente definidos sus componentes tácticos y estratégicos. Otra manera de simplificarla es considerando el proceso de producción pesquera como un sistema, cuyos principales componen– tes son: el océano, la producción, los servicios, la investigación y la docen– cia (Fig. 5). Para evitar la fragmentación de la gestión administrativa y lograr que se adapte al dinamismo de la pesca moderna, es necesario que sea ejercida a través de un organismo único nacional, altamente eficiente 46
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