El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica

Los RECtJRSOS RENOVABLES DEL MAR CHILENO a la brevedad una adecuada política para la modernización y renova– ción de estas unidades de pesca, tendiendo hacia embarcaciones mayo– res y de alto rendimiento en la explotación. A nivel industrial existen aproximadamente 60 empresas pesqueras dedicadas a la elaboración de harina, congelados, conservas y otros productos de menor importancia, distri buidos en 19 puertos del litoral (Tabla IV). Estas empresas cuya producción abastece el mercado nacio– nal, además de exportar sus productos, cuentan con la capacidad instala– da suficiente para procesar los actuales recursos en explotación. Como ejemplo, puede señalarse que las capturas de los 10 últimos años han sido destinadas en ún 84CYO a la elaboración de harina y acei– te; un 3,5% a productos congelados, un 4,0% a conservas Yun 8,5% a pro– ductos rrescos. (Tabla v). Sin embargo, las instalaciones industriales son antiguas, los procesos no siempre son los más adecuados y el carácter generalizado de plantas monoproductoras hace necesario el replantear la industria pesquera nacional (MVGA et al., 1974)· Fundamentalmente debe reorientarse el destino de las capturas aumentando la proporción destinada a consumo humano directo y mejorando los tipos de calidad de los productos ela– borados. La inversión total de todo este complejo industrial chileno alcanza una cifra aproximada a los 180 millones de dólares, desglosados en un 10% en industrias de congelados, un 25CYo en industrias conserveras y un 65 % en industrias reductoras. También es necesario señalar que los principales problemas que han impedido aumentar el consumo de alimentos marinos en nues– tro país, están en relación directa con su comercialización y distribución. Principalmente se visualizan limitaciones en los métodos y facilidades de descarga, conservación, elaboración y transporte de los productos. Todo esto hace que paradojalmente al chileno le sea dificil disponer de los productos que le da su mar, o si tiene esta oportunidad, éstos son de ma– la calidad y a precios difícilmente compatibles con los de alimentos más tradicionales. Finalmente resta señalar que la legislación chilena sobre la protec– ción del medio ambiente oceánico y de los recursos marinos en general y j)esqueros· en particular, no están basados en estudios científicos. Los decretos legales se han sucedido con continuas correcciones obede– dendo en muchos casos a presiones políticas o económicas del momento. De esta manera hay numerosas especies sin protección y otras se han llegado a legislar cuando están prácticamente extinguidas. Sobre la conservación del medio ambiente, es aún más deficiente la actual legis– lación, sin embargo, nuestras leyes contemplan casi todos los medios de protección enunciados teóricamente, pero, en general, estas medi– das no están respaldadas científicamente y son sólo aplicadas en forma somera. 33

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