El mar en seís dimensiones: científica, técnica, política, jurídica, histórica, estratégica
El MAR EN SEIS PIMENSIONES / Carlos A. Le May D. lo cual contará con buques petroleros, de aprovisionamiento de muni– ción, repuestos y víveres que le permitan reabastecerse en la mar sin necesidad de regresar a sus bases. Esta fuerza habrá de tener capacidad para efectuar un asalto al lito– ral enemigo. Según Lidell Hart, la capacidad anfibia es el mejor patri– monio estrat1egico de una potencia marítima. Es el mejor método de proyectar a través del mar el poder que significa un hombre armado cuando se requiere fuerza o la amenaza de ella. No podemos olvidar a las fuerzas aeronavales que dan información y capacidad de ataque ni a los elementos secundarios de defensa de costa, de minaje y antiminaje, de control de aguas interiores, como son las lan– chas misileras o torpederas, etc. Pero más importante que todos estos elementos materiales es quien los manda y opera: el oficial y el marinero y la tradición marítima del pueblo. Desafortunadamente, la proporción de la población que se de– dica a actividades del mar en este país, que cada día es más dependiente de él, no alcanza hoy al uno por ciento. EL ELEMENTO SEGURIDAD La Posición (Desde donde opera y se apoya la Fuerza) La geografía es un factor de gran importancia en la guerra en el mar. Su influencia se manifiesta en alto grado en lo que se relacione con las comunicaciones marítimas. El trazado de las costas y su configuración ofrecen, de acuerdo con su disposición respecto a las comunicaciones, posibilidades más o menos favorables de atacar aquellas del enemigo y de defender las propias. El litoral proporciona mayor o menor número de puertos donde las fuerzas pueden reabastecerse para reinICIar sus operaciones y que al mismo tiempo ofrecen refugio y seguridad al trá– fico propio. Al examinar las líneas de comunicaciones será, pues, necesario con– siderar los puntos cercanos a ellos y las posibilidades que prestan ellos para ambos adversarios desde el punto de vista de ataque y defensa de estas líneas. Mahan a dicho al respecto; ))El control de los mares a lo largo de las rutas del comercio nacional es el principal de los elementos materiales de la potencia y prosperidad de las naciones. Para asegurar tal control es indispensable apoderarse de aquellas posiciones marítimas que per– mitan ejercerlo. Las fuerzas navales deben poder desarrollar sus ope– raciones desde puntos convenientes situados con relación al teatro de guerra, puntos donde puedan reabastecerse y repararse con seguridad« . Debido a la relativa rigidez de las comunicaciones marítimas, la geografía ofrece ciertos puntos que permiten un magnífico control natural de ellos. Esto es lo que se ha denominado: 108
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