Problemas contemporáneos de la actividad aeronáutica y del espacio

Enrique E1JOI1S I LAS FUNCIONES QUE CUMPLE EL TRA"SPORTE AÉREO•.• definición, iremos derivando lógicamente las distintas etapas de un proceso de Planificación. Que la Planificación lleve impticit!o un proceso de determina. ción de ob~etivos, nos conduce a dos conclusiones inevitables. El objetivo consiste siempre en un estado deseado, al1lhelado e implica forzosamente un camhio de la situación presente. Luego, el proceso de Planificación, parte necesariamente con el estudio de la realidad actual, ihecho que técnicamente se conoce como Diagnósti– cO'. lSus resultados revelarán con relativa certeza lo que está aconte– ciendo en un momento determinado. Frente a esta realidad, se nos proyecta la imagen que quisiésemos tener y conseguir. De esta ima– gen, se desprenden los objetivos concretos a alcanzar y los plazos pa– ra lograrlo. IComo resultado de esta confrontación, entre lo que es y lo que quisiéramos que fuese, se perfilan las distintas alternativas o cami– nos para lograrlo. Estas ¡posibilidades se denominan estrategias de acción. ' Las estrategias de acción constituyen los medios utilizados para conseguir las metas prO'puestas. A pesar del camino recorrido en este capítulo, no hemos dado aún respuesta a una interrogante básica: ~:Por qué se planifica? ¿Cuál es la razón para que el Estado asuma como responsabilidad propia la función orientadora de las diferen– tes actividades que se dan en la comunidad? En primer término, queriendo' artJordar derechamente la cuestión, hemos de sentar una premisa que constituye casi un axioma: Los países en desarrollo se caracterizan esencialmente por la escasez de capital frente a una abundante oferta de trabajo, por regla general, del tipo no calificado. El aumento del conocimiento científico y tecnológico produce inevita,blernente un aumento de la productividad, a partir del cual se hace cada vez más difícil concebir el desarrolla de actividades productivas en que la par'ticipación humana sea insustituible. Pa– ralelamente, el aumento de la población trae consigo el imperativo de proveer de trabajo a la creciente maSl de demandantes. En consecu,encia, en economías donde la formación de capital es débil y escasa, no se vislumbra otra alternativa que la orientación racional en la asignación de recursos, mediante el empleo de medi– das de pO'lítica, ligadas con un criterio lógico en cuanto a sus efectos. Se podrá apreciar a simple vista que la espontaneidad o discre– cionalidad en la asignación de recursos, corresponde a estructuras 89

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