Problemas contemporáneos de la actividad aeronáutica y del espacio

Germdn Urzúa V. / REVISIÓN y ACTUALIZACIÓN DE LA... cientemente sostenído. ¡Por el contrario, han efectuado más tráfico de 4a libertad que de 3 a , que es el propio de ellos, alimentándose en especial de las 5" libt:rtades que generosamente les diera la po– lítica aérea del país. En 1973 el transporte entre Santiago y Lima fue sen'ido en .1973 en un 82,38 % por transportadores de '51't libertad, entre ellos dos nortea– mericanos y dos latinoamericanos. Los europeos, tres empresas, absor– bieron el 22,79%. ,Indico esta fecha, porque a parú de 197 1 4 y espe– cialmeme en 1975 la situación fue much::J' más favora.ble para el trans– portador regional que en 1973 sólo llegó al 17,59%. lEn efecto, en 19>75, y existiendo dos transportadores regionales, su participaci,ón llegó al 44,14% contra un 50,86%, de los de 5 a li– hertad. IEntre Santiago y La Paz, rodo el transporte era administrado por dos empresas eurO!peas y una norteamericana; algO' similar entre San– tiago y Caracas; o entre Santiago y Quito, para sefialar puntos sig– nificati:vos del transporte aéreo latinoamericano. En el área andina el transportador de 5 a libertad a,bsorbe en 1975 el 60 ro del lIamad,o tráf' co regional andino. En cambiO', el transportador que proviene de un país no europeo no tiene igual suerte en Sa libertad dentro de Europa. El SQ,% del tráfico europeo es realizado por transportadores europeos. Por ejemplo, en 1970, ¡fecha en que comienza (l¡ operar LAN-CHlLE a Eu– ropa, el 83,7% del tráfico regular de 'pasajeros :fue realizado por las compañías europeas. _Por cierto que tal po.rcentaje notablemente alto se mantiene sin muchas diferencias hasta hoy. La introducción del avión de gran capacidad ha obligado a los pa·ises latinoamericanos a re,visar su política aérea, en general muy amplia, y han empezado a aplicar una serie de medidas restrictivas, tendientes a cautelar el llamado patrimonio aéreo nacional. Si los países eUIlOpeos o norteamericanos, y, en general, en mu– chas ,partes del mundo, así lo hacen, surge la pregunta de por q:ué se plantea, en cambio, en América y, ¡particularmente en Chile, una tesis ingenua y peligrosa, como es la de otorgar a los transporta~ dores internacionales toda clase de derechos. deteriorando con ello el transporte aéreo comercial al aumentar sensiblemente la oferta ya excesiva e injustificada. La autoridad aeronáutica dhilena, con clara comprensión de esta realidad, ,ha debido afrontar también el reto que significa la intro– ducción del avión de gran capacidad y la desigual repartición de 1-05 tráficos comerciales. 29

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