Problemas contemporáneos de la actividad aeronáutica y del espacio
Prof. Alelo Armando Cocea J EL r~PAcIO ULTRATERRESTRE. LAnOR DE l.AS NACIONES..• jurídico más revolucionario de todos los tiempos. Tomamos la pa. laha "revolución" en la más antigu.a de las acepciones, la que ofre– ce la astronomía: movimiento de un astro en todo el curso de su órbita. Por eso creemos que nada, en todo el curso del Derecho. de~ ja de recibir el impulso de un movimento nuevo. íY este movimien– tO' ha sido rápido, ;para no decir violento. Ha respondido a IUn avan– ce extraordinario dellDerecho en el campo del saber, del conocimien– to jurídico, que lo ha puesto a la par de las ciencias llamadas fun– damentales y, en opinión de muchos cultores de las ciencias físicas y naturales, por encima de aquéllas. Al lector más distr,aído del Tratado del espacio de 1967 le asom– brará que este instrumento internacional de tanta significación men– ¡jO'ne una sola vez la palabra soberania, pero para negarla. Y, si se detiene a reflexionar sohre lo que ha leído, advertirá estas no me– nos asombrosas novedades: El Tratado, por voluntad unánime de todas la" Naciones miem– bros de la Comunidad internacional en la vasta organización de las Naciones Unidas, crean, por aclamación, nuevas figuras y nuevos principios del Derecho, a saber: Un ntbCVO sujeto de Derecho: la Humanidad. Algunos dirán que se trata de un sujeto de derecho, otros de un sujeto de derechos; y los más, de u.n sujeto jurídico. Pero de lo que no hay duda es que se trata de ,un sujeto creado por el 'Tratado, es decir, por la ley inter– nacional. Un nuevo patrimonio. De acuerdo con la fórmu1a "res communis :humanitatis", que hemos creado para el Derecho del espacio y que difiere de las "res communis omnirum" del Derecho internacional, se tiene que existe, de conformidad con el Tratado de 1967, algo co– mún a todos los seres humanos y que es el patrimonio común de la Humanidad. De allí la Comisión de Fondos Marinos de las Naciones Unidas, esto es, del Dereoho del espacio, toma esta expresión, como ha sido cabalmente demostrado en las Naciones Unidas gracias a sus completos registros y archivos, y lo enseñan todas las universidades . actualizadas. Un nuevo tiPo de ,-eprf!scntaci!ón del sujeto y del patrimonio: el cosmonauta. El cosmonauta -creemos es la expresión correcta des– de el :punto de vista científico y filológico, aunque el Tratado habla de astronauta- es el representante de la Humanidad en el espacio ultraterre;;tre y los cuerpos celestes. ¡Es un representante no ante sino
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