Problemas contemporáneos de la actividad aeronáutica y del espacio

Julio C/¡f/1ul y Rafael Callas I EL SEGURO AÉREO los boie'nes' aSlegúrados, per,ecerían los bienes -en que están inverti– das las reservas. Históricamente, el mercado de seguro de áviación es distinto de otros mercados. Por su volumen, no se ha separado de su lugar de origen, que fue Inglaterra, y todavía el lugar en que se plantea gran parte de los reseguros de aviación es Londres. Nin– guna compañía se atreve a retener todos sus reseguros de aviación, sino que los intercambia con las otras compañías, y cuando llega al límite peligroso de retención, los excesos los exporta. Algunos paí– ses han hecho pools para intercambiarse los seguros de aviación, y cuando se llega ,al punto ya critico, el saldo de los reseguros se envía a Londres. En Latinoamérica no parece probable sino que tender a la crea– ción de estos pools regionales en términos mucho más modestos por cierto, de los existentes en los países industrializados, pero ésta sería la semilla para ir creando un mercado de retención más o menos importante dentro de los límites de la técnica. Respecto de lo eleva– do de los montos que deben GUbrirse pueden darse datos que están en una publicación del año 1976, de Herperguer, jurista suizo que dice lo siguiente: los límites de las coberturas, en el caso de la avia. ción comercial, llegan hasta 60 millones de dólares y 300 millones de dólares cuando convergen la responsahilidad de terceros y pasaje– ros. Estas cifras indican el volumen de capitales reservas y reser– vas que se requieren para tomarlas. O sea, parece evidente que 10 único realista en esta materia, es la necesidad de reasegurar todos los excedentes que son prácticamente casi el 9{)% o más, de las co– bertlUras en mercados importantes que tengan la dispersión sufi. ciente, promoviendo sí, aunque sea en pequeña escala, grupos regio– nales de reseguros.Finalmente hay otros tipos de seguros de aVIa– ción que son parecidos a los seguros corrientes, como el seguro de cargamento, ya que el cargamento asegurado es distinto en cada na– ve y no tiene peligro ele conflagración y puede juga.r dentro de los tipos de seguro CO'rriente. Igual situación tiene el seguro de respon– sabilidad de los aeropuertos, y el de responsabilidad de los usuarios o dueños de aeropuertos, como también el seguro de responsabili– dad de los fabricantes de aviones y el seguro de responsabilidad de los que venden repuestos o venden aviones. También estos tipos de seguros no tienen la posibilidad de conflagración y por consi– guiente, éstos caen dentro de una técnica corriente de seguro. Estos tipos de seguros tienen un desarrollo relativamente reducido. . En resumen, creemos que una visión realista del problema nos lleva a la conchusión ineludible de que por el momento no hay 12 9

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=