Problemas contemporáneos de la actividad aeronáutica y del espacio
PROBLEMAS CONTEMPORÁNEOS DE I_A ACTIVIDAD AERONÁUTICA y DEL ESPACIO de poseer piezas de recambio en todos los aeropuertos, de sus líne~s, personal especializado y material de arranque. Todo ello supone, en vista de los modelos, cada vez más costosos, un<lJ inm'ovilización de capital q.ue alcanza cifras astronómicas. ¡Palia: evitar en parte este desembolso, las Compañías Aéreas se unen en /Pool. iEI primero de ellos, en 1948, con motivo de la aparición del Convair Líner, tres Compañías, la RLM, 'la Swissair y la 6abena de– cidieron hacer frente a este problema, distribuyendo este matedal en los doce aeropuertos en que aterrizaban sus aviones. Es conocido este acuerdo con el nomJbre de "Beneswiss", que dio excelente resultado y marcó la pauta para el futuro. En 1959 aparece el avión a reacción que impulsó la fórmula extra– ordinariamente. Si un Convair Metropolitan exigía unos 8.000 dó– lares por aeropuerto, y un Douglas DC-7, unos 48 mil dólares, los cuatrirreactores demandaban una iñmovilizadón de 195 mil dólares. El Consolidated Pool, formado hoy por unas 50 Compañías en todo el globo, es, en mayor escala, el heredero del ·'Beneswiss". El Con– solidated se divide en varios grupos (Boeing 701, lCararvelle, etc.), según el tipo de aparatos. Cada miemhro forma parte de los grupos que representan los aviones que posee. El Beneswiss (que conserva su antigua denominación) agrupa los DC-3, De-6, DC-7 y Convair. Una Junta General del Consolidatecl Pool se reúne 2 veces al año para determinar la previsión de sus necesidades. El funcionamiento del Pool tiene por objeto retribuir a cada miembro, según la importancia de su participación y la amortización del capital invertido. La eco– nomía obtenida significa decenas de millones aruuales para el con-:– junto de los miemhros, cuyas existencias de material de repuesto se valoran en unos 30 millones de dólares . La preocupación de las Compañías Aéreas de IIATA, de OACI, por el problema de la seguridad de los vuelos, reflejada en la adopción de estas medidas, han trascendido al viajero, quien demuestra a tra· vés de su participación como cliente, adhesión a estas prácticas. ,J;V. Los VUELOS CHARTER COMO ESPECIE DE TRANSPORTE AEREO TURÍS'I1ICO En el capítulo anterior hemos procurado dej.ar de manifiesto la in– fluencia recíproca positiva que se han ejercido el Transporte Aéreo y la actividad turística, constituyéndose a la vez, uno y otra, en cau– sa y consecuencia inmedi,ata de la evolución de ambos. Corresponde analizar a continuación, los efectos de esta, relación 106
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