FORMULACIÓN DE LA POLÍTICA OCEÁNICA
Cualquier estrategia a seguir por parte ele las universidades debe
consultar antes que nada una efectiva coordinación interuniversita–
ría a nivel nacional y entre las universidades y las instituciones no
universitarias dedicadas al estudio del mar.
Una formación adecuada de especialistas en ciencias marinas, de–
:hido a su alto costo, demanda un esfuerzo económico de envergadu–
ra por parte de las universidades chilenas. Una reunión de desta–
cados educadores en ciencias del mar, convocada por
UNESCO
en
1973, llegó a la conclusión que el nivel universitario de la enseñanza
en esta especialidad debe ser muy elevado y mayor en los países en
vías de desarrollo que en los altamente industrializados, debido a
que en estos últimos, los jóvenes científicos tienen mayores oportu–
nidades de recibir una posterior y más especializada formación, ba–
jo la supervisión de autorizados especialistas.
Por otra parte, en los países en desarrollo los científicos deben
incorporarse ,a cualquier tipo de investigación dentro de su propia
disciplina y, además, deben prestar asesoramiento y formar otros
científicos; con mayor razón, su formación oceanólógica debe ser de
mayor nivel y lo más amplia posible.
Debido al carácter interdisciplinarío y multidisciplinario de las
ciencias del mar, su enseñanza requiere de un equipo docente con–
formado por profesores de las diversas disdplinas que las confor–
man. Estos profesores deben ser seleccionados entre aquellos que
realicen activamente investigación y tengan comprobada competen–
cia pedagógica. Además, la docencia exige el uso de bibliotecas es–
pecializadas, laboratorios bien equipados en tierra y barcos de inves–
tigación con instalaciones apropiadas.
No existe actualmente en Chile ningún grupo universitario aisla–
do que cumpla con los requerimientos antes mencionados, pero sí
existe a nivel nacional un conjunto de investigadores que, debida–
mente implementado, estaría en condiciones de impartir una do–
cenda de alto nivel en ciendas del mar.
En la formación de biólogos marinos, biólogos pesqueros, ocea–
nógrafos físicos, oceanógrafos químicos y geólogos marinos, las uni–
versidades deben estructurar un programa común considerando las
directrices generales entregadas por
UNESCO
en su documento "La
enseñanza de las ciencias del mar a nivel universitario".
La formación de tecnólogos marinos debe contemplar toda la
problemática que presentan los, distintos aspectos del sector tecnoló-
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