Juan
E.
Arze
I
REGLAMENTACIÓN
y
SEGURIDAD DE LA :\AI'EGACIÓN
tar, San Cristóbal, Arcadia, Terranova, Menorca, Dunquerke y se
le concede el monopolio del u'áfico de esclavos negros a las colonias
españoles americanas. Se rompe la paz y la flota inglesa, al mando
del almirante Vernon, ataca las colonias españolas en América. Fran–
cia envía al almirante De Grasse y a Lafayette en ayuda de la in–
dependencia de Estados Unidos. El capitán Suffren ataca las pose–
siones inglesas en la India, desalojándolos de numerosas colonias.
In–
glaterra busca la expansión en el Pacífico y envía al capitán Cook,
quien descubre Nueva Zelandia y numerosas islas del Pacífico; lue–
go se dirige ¡al sur y es el primer hombre en llegar al círculo polar
antártico.
Durante
el
siglo
X'VllI
se intensifica la pesca del bacalao y de la
ballena por españoles, holandeses, noruegos e ingleses.
Se perfeccionan los cascos, aumentando los palos y las velas; ade–
más de la goleta y fragata, tenemos el pailebot, la corbeta, el ber–
gantin, hricbarca, balandra, etc. Nacen velas redondas, de cuchillo,
ale tercio, al cuarto, tarquinas, místicas, triangulares, foques, baticu–
los, etc.
A fines del siglo
XVlII
la Revolución Francesa desplaza al abso–
lutismo; los ingleses se apoderan de Tolón; luego, al ser expulsados,
se apoderan de Córcega.
Napoleón se instaura en el poder; luego de invadir Italia, se
apodera de Venecia, ordenando sea quemado el "Bucentauro", ga–
lera del Dux veneciano, usada anualmente para
la
ceremonia ma–
trimonial entre el Dux y el Mar Adriático.
En 1797 se produce
la
hatalla naval de Cabo San Vicente entre
las flotas inglesa y francesa, apareciendo en escena el capitán NeJ–
son, quien pocos meses después, en Santa Cruz de T'enerife, al com–
batir contra los españoles, pierde el brazo derecho y un ojo.
Nelson vence a los franceses en Abukir y en Trafalgar, donde
encuentra su muerte.
La
flota franco-española es destruida y se salva
Inglaterra, pero... los franceses comienzan la guerra corsaria, hos–
tigando al comercio marítimo inglés. Toda Europa se une contra
Napoleón y éste Uega a su ocaso. España nada puede hacer para
conservar sus colonias en América, donde bulle el deseo de inde–
pendencia.
En 1827, los griegos luchan contra los turcos. Las flotas francesa,
rusa y británica, con 22 mil hombres, intervienen en favor de
Greóa. Los turcos, con igual número de hombres y 62 buques, se