Política Antartica de Chile - page 17

Francisco Orrego V.I LA PROYECCION EXTRACONTINENTAL DE CHILE
habría de moldear el espíritu nacional de acuerdo a patrones diferentes de
aquellos propios de los demás países sudamericanos.
Quizás la nota más distintiva de esta estructura física de nuestro territorio
es la carencia de un espacio interior. Todos los demás países sudamericanos
poseen vastos espacios interiores, muchas veces inexplorados, cuya conquista e
incorporación ha constituido la principal preocupación histórica de sus políti–
cas e ideas intelectuales matrices, las que por consiguiente han tenido un
carácter marcadamente nacional. Proyectos históricos como el dominio de la
pampa en la Argentina, o la exploración de los confines del Brasil, al igual que
iniciativas contemporáneas como la construcción de Brasilia o el diseño de la
carretera marginal de la selva en el Perú, las reivindicaciones del Ecuador de
territorios amazónicos, o el interés de Colombia y Venezuelade desarrollar sus
valles interiores y regiones selváticas, entre muchos otros ejemplos, son todas
expresiones de esa presencia histórica de un espacio interior.
En nuestro país, en cambio, todo su espacio circundante es de carácter
externo al territorio continental. Quizás con la sola excepción histórica de la
Patagonia, la idea de un espacio interior ha estado enteramente ausente de
nuestra trayectoria nacional, e incluso ese ejemplo no logró estimular la imagi–
nación de los chilenos, que fue una de las causas que en definitiva llevó a su
pérdida. También es cierto que en un momento histórico el país miró hacia el
norte en la búsqueda de una expansión de sus horizontes, pero ello no haría
var-iar la naturaleza cualitativa del territorio. Por ser ese espacio circundante de
carácter externo, las políticas del país han tenido un sello marcadamente
internacional a lo largo de su evolución histórica, como ha quedado demostra–
do a través de esa vocación internacional constante a que se hacía referencia
anteriormente.
Pero más específicamente aún,
el
nacimiento de su política marítima,
antártica y del Pacífico pareciera responder a la necesidad de incorporar ese
espacio exterior circundante, proyectando al país más allá de sus bordes
continentales. Desde el punto de vista de su motivación, el proceso no es
diferente de aquel seguido por los demás países sudamericanos, pero si lo es en
cuanto a su orientación y la naturaleza de sus políticas. Mientras en un caso se
trata de regiones interiores ycontinentales, abordadas sobre la base de políticas
nacionales, en el nuestro se trata de espacios exteriores y extracontinentales,
que exigen de políticas internacionales fundamentadas en ciertos factores de
índole nacional. Igualmente, mientras en un caso puede identificarse una
periferia costera que pugna por expandirse hacia un centro geográfico conti–
nental, en el de Chile se puede identificar una periferia territorial que pugna
por expandirse hacia un centro geográfico internacional que la circunda.
De lo anterior fluye otra característica muy especial de las políticas que se
analizan, que también forma parte de este marco interpretativo. Si bien todas
ellas han nacido como elementos de una política nacional proyectada a un
ámbito internacional, a corto andar esas respectivas políticas han tendido a
universalizarse, llegando a formar parte del derecho internacional general, de
esquemas especiales de cooperación internacional o de vastos proyectos de
organización internacional. La razón de este fenómeno es simple, pues actuan-
17
1...,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16 18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,...318
Powered by FlippingBook