Materia y memoria: tesoros patrimoniales de la Universidad de Chile

Herbario de referencia agronómica El Herbario de la Facultad de Ciencias Agronómicas es una de las colecciones demuestras vegetalesmás gran- des de nuestro país, con cerca de 64.000 “cadáveres científicos”. Aunque no es un herbario reconocido, ya que su inventario no se encuentra publicado, de estarlo sería el cuarto más grande a nivel nacional, antecedi- do únicamente por las colecciones de la Universidad de Concepción, el Museo de Historia Natural y la Universi- dad Austral. Claudio Gay (1800-1873) y Rodulfo Arman- do Phillipi (1808-1904) establecieron las bases del cono- cimiento sistemático de las especies, tanto vegetales como animales, como también la colecta y captura de los ejemplares de las primeras colecciones del país. Este tipo de colecciones tiene por objetivo esencial contar con material para el estudio de las especies, pero tam- bién reunir información respecto de su morfología, bio- logía y ecología, datos fundamentales para la correcta interpretación taxonómica de la especie. Si bien las colecciones de este tipo suponen la “muerte” de los individuos, conforman un patrimonio de la bio- diversidad, pues se colectan especies en diferentes for- maciones vegetales (bosque, matorral o pradera) y en distintos ambientes (roqueríos, fondos de quebradas, laderas norte o sur, entre otros). Por ejemplo, en los Li- bros Rojos Regionales se han declarado como extintas tres plantas de la IV y VI región de nuestro país: Tecophi- laea cyanocrocus (sur de Santiago, Región Metropolita- na), Plazia cheiranthifolia (IV Región) y Menodora linoides (endémica de la precordillera andina entre la IV y VI Re- gión). No obstante, estas fueron encontradas en el año 2000 por los estudiantes de la Universidad dedicados a la recolección de muestras para el herbario. La flora del herbario corresponde, en su mayoría, a la Región Me- tropolitana. La primera muestra data del año 1933. Las plantas, en gran parte, son clasificadas usando como autoridad la obra de Curtis The Botanical Magazine (véa- se páginas anteriores), que clasifica las plantas chile- nas en un sistema de polinomios y no de binomios. Las características de nuestro territorio, altas montañas, variedad de climas y temperaturas y condiciones extre- mas, potencian el carácter endémico de nuestras plan- tas, un rasgo muy interesante junto con el de su difícil propagación, cultivo y gran resistencia, como las Als- troemerias de altamontaña que permanecen cubiertas por la nieve durantes seis meses en el año al igual que las Rhodophialas o Añañucas que pueden cultivarse a la intemperie. A diferencia de los Lirios del Campo, las Añañucas son fáciles de propagar y cultivar, pero pue- de tomar entre tres y cuatro años su floración desde el momento de su siembra. Las Orquídeas chilenas tam- bién son muy interesantes, extremadamente difíciles de propagar, para lo cual se requiere tener una muestra de la tierra donde crecía la planta madre. Lirios del campo o Alstroemerias 276

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