Una cancillería para el próximo milenio: proposiciones sobre política exterior chilena de los candidatos a la presidencia de Chile

VI. UNA CANCILLERIA PARA EL PROXIMO MILENIO Embajador Sr. Pedro Daza Encargado de las Relaciones Internacionales de la Alianza Unión por Chile de la candidatura de Joaquín LavÍn Infante. La concepción de un Ministerio de Relaciones Exteriores para el próximo milenio se inserta dentro de la necesidad de modernizar al Estado chileno. Tengo la percepción de que en la opinión pública nacional y aún dentro de Jos profesionales del Servicio Exterior predomina la evidencia de que la actual Cancillería; su. estructura y su método no responden a los requerimientos que, de este instrumento. exige la sociedad chilena. Hay dos razones que ejercen su influencia para considerar que la modernización de la Cancilleria es aún más urgente que el requerimiento general de la modernización del Estado. Por una parte resulta evidente que el factor exterior, de manera cada vez más directa está influyendo en la vida de los chilenos. Dado que el Sector Externo a través de los bienes transables representa más del 30% del PIB resulta clara la importancia del instrumento que· está constituido por ustedes y la necesidad de estructurarlo idóneamente para satisfacer esa tremenda responsabilidad con el país. Por otra parte, en la medida que el cambio es uno de los elementos que caracterizan al mundo moderno, los cámbios que se han operado en la sociedad internacional han sido aún más acelerados y profundos. En esta realidad el Programa de Gobierno de Joaquín Lavín 10 compromete con un Ministerio profesional, moderno y eficiente. dotado de una estructura y de instrumentos eficaces, de fun~ionarios bien preparados de excelencia cuyos derechos sean escrupulosamente respetados. elementos esenciales para efectuar una Política Exterior realista, que atienda prioritariamente los intereses nacionales y que sean suprapartidaria. La Política Exterior no puede sino concebirse como una política de Estado en la que no caben preferencias políticas ni tratamientos especiales que no respondan al mérito de los funcionarios. 52