Una cancillería para el próximo milenio: proposiciones sobre política exterior chilena de los candidatos a la presidencia de Chile
dirección, sería deseable que la Academia Diplomática se constituya en un centro de formación de post-grado de alto nivel no sólo para capacitar a los funcionarios del Servicio Exterior sino también abierto a la comunidad nacional e inten1acional. Para cumplir con dichos objetivos debe contar con académicos y dócentes del medio universitario nacional e internacional para temas económicos, comerciales, de negociación internacional y relaciones internacionales. y con funcionarios o ex-funcionarios del Ministerio. de probada capacidad, para los cursos sobre materias propias del servicio como derecho consular, ceremonial y protocolo, asuntos administrativos y contables, comunicaciones y práctica di~lomá'tica. Al subir su nivel de excelencia, la Academia quedaría en situación, previo acuerdo con el Consejo de Rectores. de otorgar a sus ,,;gresados un grado académico reconocido como universitario. Para ello. podría estudiarse la factibilidad de alargar el actual periodo académico. , , Además de su rolde ente formador del Servicio Exterior, la Academia Diplomática debe actuar como instituto de capacitación' para los funcionarios profesionales y administrativos de las otras plantas del Ministerio, estructurando programas de estudio, cursos y seminarios que aborden temas de aplicación 'real. . CAPACITACION PROFESIONAL A la luz de los requerimientos cada vez más exigentes de la realidad internacional, el diplomático chileno tiene que asumir a diario complejas y vruiadas funciones que abarcan, a;:;pectos políticos, económicos, comerciales, culturales, consulares, científicO-tecnológicos, cooperación internacional y políticas especiales, los cuales, obviamente, requieren una preparación especial. completa y altamente calificada. La capacitación, entendida como la oferta permanente y sistemática de cursos y seminarios sobre materias de aplicación concreta en la compleja función de representéU' al país en el exterior. es un elemento que incide fundamentalmente en el desempeño y la eficiencia profesional, por lo que debe constituir una preocupación prioritaria de la Cancillería, entregando los recursos suficientes para llev:arla a c~bo. ' Al efecto, debe establecerse una política global y coherente que incentive a los funcionarios a mejorar su preparación, más allá de las materias 24 ,
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