Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

Heraldo Mllñoz ILos ESTUDIOS INTERNAClONAI.ES EN AMÉRICA LATINA: PROBUMAS... transiciones y los compromisos éticos en las ciencias sociales a nivel mun– dial. Esta tendencia pretendía establecer vínculos entre teorías normati– vas y teorías analítico-empíricas. En el campo de la ciencia política y los estudios internacionales, esta nueva línea de pensamiento constituyó, según el cientista político nortea– mericano David Easton, "una nueva revolución· del 'postbehavioralis– mo' en que primaban los criterios de relevancia y acción,,7. Criticando su propio pasado "behavioral ista" Easton sostuvo que: " ...nuestros filósofos y científicos no han reconstruido nuestros es– quemas de valores en un sentido relevante, ni los han verificado contem– plando en forma creativa nuevos tipos de sistemas políticos que pudiesen responder, de manera más apropiada, a las necesidades de la sociedad cibernética, postindustrial. Un nuevo conjunto de perspectivas éticas construido en torno a este tema podría sensibilizarnos a una serit; de problemas políticos básicos que valdría la pena investigar"S . Diez años después de la publicación del artículo de Easton, parece haber surgido un 'cierto nivel de consenso en los círculos académicos de los países desarrollados en torno al reconocimiento de la decadencia de la ciencia política "behavioralista", y de la crisis de los valores y est~ategias convencionales de desarrollo. En efecto, crecientemente se pretende crear interpretaciones de las relaciones internacionales a la vez serias y relevan– tes 9 . En América Latina, en cambio, no ha habido controversia semejante sobre los valores y la neutralidad política de los estudios internacionales. La mayoría de los especialistas de la región piensa que no existe la irivestiga– ción académica totalmente neutra y libre de valores y que, además, varios de los enfoques sobre las relaciones internacionales -especialmente los del área de la economía política del desarrollo- no pueden ser comprendidos aparte de, o separado de, los conn ictos y realidades políticas concretas de las zonas donde emergieron. Más aún, el vínculo política con"tigente-estructuras académicas ha sido mucho más estrecho y profundo en América Latina que en los países 7 David Easton, "The New Revolution in Political Science", The American Political Science Review. Vol. 63, N° 4, December 1969, p. lOS\. "/bid. p. 1058. • En este sentido ver Saul Mendlovitz (ed.), On the Creation ofa just World Order: Prefer– red Worlds for the 1990's (New York: The I'ree Press, 1975); y el diálogo entre F.A. Sonder– mann, S. Appleton. W.D. Coplin, V. Van Dyke y A. Ferraru, "Human Approaches to lhe Teaching of International Relations", /ntemational Studies Notes. vol. 4, N" 2, Summer, 1977. 85

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