Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

Gustavo Lag., I TENDENCIAS y PERSPECTIVAS DEI. F$TUOlO DE I.AS RELAUONF$.« dencia y la construcción de las nuevas nacionalidades y al' segundo desafío- la lucha contra el imperialismo del "gran garrote". El nuevo desafío está configurado por una constelación de nuevos hechos y situaciones: 1) la toma de conciencia de la división del mundo en países desarrollados y subdesarrollados, nociones que son difundidas por las Naciones Unidas, a la cual han ingresado masivamente todos los países latinoamericanos. El fenómeno había empezado a surgir doscientos años atrás con la revolución industrial inglesa y su, difu– sión posterior a Europa Occidental, los Estados Unidos y el Japón; pero es sólo en la década de 1960 cuando surge la conciencia de este hecho fundamental; 2) América Latina es clasificada en el mundo del subdesarrollo, el cual, a partir de la década del, 60, es denomi– nado Tercer Mundo; 3) América Latina es la única región subdesa– rrollada de Occidente; 4) en la Guerra Fría, América Latina se alinea con Estados Unidos, entra en un pacto de alianza militar expresado en el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) y las relaciones interamericanas se institucionalizan en la OEA. La política del Buen Vecino de Franklin D. Roosevelt ha terminado y América Latina pasa a ser un aliado de segunda categoría cuyo apoyo Estados Unidos da por descontado, hasta que surge la revolución cubana y su contrapartida, la Alianza para el Progreso; 5) el mundo subdesa– rrollado toma como modelo implícito o explícito el modelo de desa– rrollo de las superpotencias, en su versión capitalista norteamericana o en su versión socialista soviética. Como se ha dicho, con todos estos hechos, ha surgido para América Latina un nuevo desafío externo: lograr el desarrollo y superar su dependencia. Pero a diferencia de los desafíos anteriores, este desafío externo es de un carácter difuso, no tiene ni la concreción de las guerras de la independencia, ni la concreción tampoco del imperia– lismo del gran garrote; es captado por las élites y no por las grandes mayorías. Las formas de dominación se han hecho más sutiles y aún se dis– frazan de "ayuda internacional" económica, técnica y militar. A las formas de dominación comercial basadas en la división internacional del trabajo forjada en el siglo XIX, se agregan, ahora, nuevas formas de dominación representadas por la internacionalización O transna. cionalización de la producción a través de las corporaciones trans– nacionales. Este desafío externo es captado por una élite intelectual latino– americana, proceso que se inicia con la toma de conciencia operada 73

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