Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos
Hedley Bldll LAS RflNJONI', INTERNAClONAI.ES cm10 (X:lIPACHír-; ACADÉMICA a) Lo histórico versus la vía sistemática Nunca la diferencia entre la tradición académica inglesa y ameri– cana ha sido tan llamativa corno en las actitudes que sostienen si la investigación debe adoptar una forma histórica o de teoría sistemá– tica. En el mundo universitario británico la idea de que las Rela– ciones Internacionales podrían ser el tema de un estudio que no fuera histórico (pese a recientes cambios), sería sumamente extraño e improbable. En el mundo universitario americano, en cambio, donde la Ciencia Política goza de mayor prestigio, y donde las Rela– ciones Internacionales tienen mayor participación en la enseñanza de las Ciencias Políticas, los estudios históricos son desestimados y hasta excluidos de los planes de enseñanza. Creo que es uno de los pocos casos en que ambas partes presenten argumentos dignos de ser considerados, y que finalmente la vía a seguir repose entre ambas. Una buena historia de las Relaciones Internacionales posee un ba– gaje informativo de consideraciones teóricas y un buen estudio teó– rico va unido al bagaje histórico: los dos son esenciales. El estudio histórico es capital por cuatro razones: Primero, porque la historia es el vehículo que permite adquirir la sensibilidad o comprensión de los actores singulares (singulares, no particulares) que dominan el Mundo Político. Los Estados Unidos son los Estados Unidos: considerarlos como un caso especial dentro de la categoría de las grandes potencias, o de las potencias nuclea– res, o de los países multirraciales, o de los países de inmigración, es algo, pero no todo. Para comprender cómo actúa necesitamos poseer el sentido de su singularidad, y la mejor manera de adquirirlo es el conocimiento histórico s. No acepto la ecuación de Martín Wight: Política : Política Internacional :: Teoría Política : Interpretación Histórica 9. Pero acepto que el conocimiento de la historia ocupa un lugar mucho más vital en el estudio de la política internacional que en el de las otras ramas de la política. En segundo lugar, la política internacional debe ser entendida como una secuencia de acontecimientos temporales y no como un determinado momento en el tiempo. Las vías teóricas emplean un lenguaje intemporal de definiciones y axiomas, extrapolaciones lógicas SEste pasaje causará consternación entre los adeptos a la lógica del difunto profesor John Anderson. Lo explicaremos mostrando ejemplos de casos más amplios, por ejemplo, negando su singularidad. Afirmar la Singularidad de los Estados Unidos es negar la posibilidad de poderlos interpretar en su totalidad. Hago notar aquí simplemente esta paradOja, sin pretender darle una solución. 9Ver Martin Wight: ''Why is There No International Theory?", en H. Butter– fieJd and M. Wight, ed.: Diplomatic Investigations, Londres, 1967, p. 33. 39
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