Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

Los ESTUDIOS INTERNACIONALES EN AMÉRiCA LATINA actividad académica, y como una manera de dirigir los esfuerzos de los politólogos a un campo que se estimaba (tal vez equivocadamente) como relativamente "seguro" en circunstancias que la ciencia política como disciplina atraviesa por )Jn período de crisis en Chile. El Programa de Especialización en Relaciones Internacionales creado por el Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica antes de su intervención por el rector delegado de esa universidad, estaba en vías de lograr ese objetivo en 1975, ya que había logrado definir un conjunto de actividades académicas bien estructurado y definido a cargo de un grupo de profesores de ciencia política de esa unidad. El Programa parecía a todas luces ser viable a mediano y largo plazo, en una perspectiva puramente académica. Hasta el momento, la formación de especialistas en el país no ha progresado más allá del programa recién nombrado, sin que sea posible aún adelantar una opinión sobre el postgrado en relaciones internacionales de la Universidad de Chile, puesto que ha funcionado por un lapso muy breve. Debido a las limitaciones expuestas, la formación a nivel de postgrado tiene lugar en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. Las principales vinculaciones en este aspecto se mantienen con universidades que mantienen excelentes centros de estudio en relaciones internacionales, pero se trata de relaciones académicas personales y no institucionales. Los aspectos de "profesionalización" y "crítica" también coinciden en el tiempo e interactúan entre sí. El deseo de "profesionalizar" el cultivo académico de las relaciones internacionales ha obedecido en medida impor– tante al deseo de diferenciación de posiciones frente a críticas inspiradas por posiciones opuestas pero básicamente afines en su determinismo. Por una parte, las tesis marxistas que sostienen la "dependencia" como categoría descriptiva y explicativa casi universal, por lo que en último término no habría relaciones internacionales "propiamente tales", sino una mera subordi– nación a los centros dominantes, han sido miradas con justificado escepticis– mo por la mayoría de los especialistas. Igual actitud se ha tomado frente a ciertos determinismos geopolíticos y "orgánicos" actualmente en boga en algunos círculos. Sin embargo, la "protesionalizacion" ha sido un logro muy parcial e insuficiente en la medida que han sido inestables las condiciones del marco académico-institucional, debido tanto a razones políticas como a la inmadu– rez del propio campo. de estudios, especialmente cuando éste carece de una definición y orientación profesional claramente defmible y suficientemente legitimada. Es obvio, por otra parte, que este problema se agudiza cuando la política exterior es, como en la actualidad, básicamente ideológica. La pugna entre la perspectiva analítico-científica propia del enfoque académico y la perspectiva ideológica constituye, justamente, el problema central del desarrollo científico de este campo en Chile en la actualidad. 188

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