Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

en varias universidades y centros especializados se están dictando cursos de esta índole. En líneas generales el tipo de formación abarca tres niveles. En primer lugar existe un interés en cursos básicos como un complemento para la éultura general de los 'alumnos de diversas carreras. Se considera que un profesional debe poseer Un bagaje mínimo de conocimientos acerca de los problemas mundiales como "una de las normas elementales para vivir en la sociedad moderna. En caso contrario ni siquiera estaría en condiciones de comprender la información proporcionada por la prensa, debido a la compleji– dad Creciente de los temas actuales. En estas condiciones, la élite nacional sería de un nivel relativamente modesto e incapaz de proveer dirección a sociedades cada .vez más tecnologizadas e integradas, en un grado creciente, a una actividad que se extiende más allá de las fronteras. Por estas razones hay una expansión en la docencia en relaciones interna– cionales en Escuelas ~ Institútos tradicionalmente desligados de las actiVidades diplomáticas o cíe ooinércio exterior. Y la tendencia, en este sentido, debería ser crecie1nte. - .,.' .'" ." ' i Un segundo nivel.~barca. a e~tudi~ntes de carreras que, en ciert,a medida, tienen una vinculación mayor con las relaciones internacionales y que desean un nivel de profundización mayor pero sin convertirse por ello, en especialis– tas. Es el caso, por ejemplo, de los futuros abogados, economistas o adminis– tradores. En algunas oportunidades escogen temas de tipo internacional para desarrollar sus Memorias o Tesis de Grado. , " d " " , \ Un tercer grado corresponde a las, personas, que aspiran a convertirse en especialistas ya sea para actuar como diplomáticos, investigadores o profeso– res de, relaciones intern¡tcioAales. En estas situ~ciones se exigen estudios q~ un nivel más profundo y complejo, generall1l.en (e a nivel de postgrado. En C,hile la única experiencia que se ha realizado hasta el momento fue el Diploma del Programa de Relaciones Internacionales del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica de Santiago. No se trataba, sin embargo, de estudios que habilitaran para el: grado de Magíster. Otro tipo de requerimientos que deben tomarse en consideración son los relativos a las demandas de cursos, charlas y conferencias de extensión sobre tópicos inter~acionales. Si. ¡;ie~ no pueden ser englobados en la actividad docente ordinaria de algu!la unidad académica no por ello dejan de constituir una necesidad que debeser satisfecha. Y generalmente se hace por interm~dio de los especialistas y académicos de relaciones internacionales. En este senti– do, también, hay una actividad creciente a contar (le 1974. En este lapso de menos de dos años la labor de las unidad~s académicas, que prestaban docencia en relaciones internacionales, se' ha realizado sin mayor coordinación. El volumen creciente de la demanda de servicios y la 166