Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

los ESTUDIOS INTERNACIONALES E~ AMf.RICA LATINA ya sean de empresarios, deportistas y hasta de brujos. Y en cada uno de estos encuentros se conoce gente de diversos países, se intercambian ideas y surge, también, una cierta mentalidad común que finalmente se expresa en el marco nacional, ya sea solicitando la aplicación de determinadas normas, el estableci– miento de una ley o mayores facilidades para la existencia de una organiza– ción. Se traduce, en otras palabras, en peticiones políticas al Gobierno. Un país puede no tener relaciones diplomáticas con otro. Sin embargo por medio de las actividades internacionales no gubernamentales grupos importan– tes de las élites de ambos Estados estarán en permanente contacto. Ha sido el caso de Cuba, por ejemplo, con los miembros del Sistema Interamericano durante la última década. Pese a la carencia de Embajadas, los congresos de estudiantes, sindicatos, intelectuales y otros pusieron en contacto a Cuba con América Latina. Las Naciones Unidas han reconocido este nuevo elemento de las relaciones internacionales y ha creado organismos destinados a la atención de estas actividades y reconocido cierto status a las organizaciones no gubernamen– tales. La aparición de las relaciones internacionales no gubernamentales implica una ampliación en las labores de información, investigación y formación de personal especializado. Estas tareas no sólo deben limitarse a los marcos clásicos de la diplomacia si no que deben extenderse a diversos organismos sociales. Esta variante implica una mayor dificultad en la ya compleja tarea de la politica exterior de una sociedad moderna. La diplomacia de los organismos internacionales El mundo político, con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, estaba centrado en Europa Occidental. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviéti– ca seguían una política aislacionista. La mayoría de Africa y Asia se hallaba bajo la jurisdicción de alguna potencia europea. Los organismos internacionales eran escasos y con poco poder e influencia. Las necesidades de personal diplomático eran, por ende, reducidas. En la ,actualidad más de cien Estados son miembros de Naciones Unidas. La necesidad de coordinar políticas comerciales obliga a los países subdesarro– llados a mantener contactos regulares. La tendencia a presentar posiciones comunes, en relación con los compradores de materias primas, favoreció la creación de asociaciones de productores. Es el caso, por ejemplo, de la política seguida por Venezuela, Ecuador, Irán y varios Estados árabes frente al petróleo y la de Chile, Perú, Zambia y Zai're en lo referente al cobre. La coordinaci6n entre las naciones subdesarrolladas obliga a la mantención 148

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