Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos
Rosario Grmi I IMPORTANCIA DH ESTUDIO 01; l.AS Rf.J.ACJONES INTERNAClONAI.ES. Es un hecho que la postguerra significó la consolidación de la región como zona de influencia norteamericana por excelencia, en la medida en que la conformación de un sistema bipolar a nivel mundial implicó su mayor integración a la estrategia global de Es– tados Unidos. La concepción de seguridad colectiva que se define en los años cuarentas no puede ser visualizada exclusivamente en tanto que sea instrumento de contención de los grandes bloques hegemónicos a nivel de las relaciones Este-Oeste, sino que debe ser fundamentalmente contemplada como condicionante limitativo del proceso de independencia política nacional, y en consecuencia de la naturaleza de los regímenes políticos. La doctrina de seguridad hemisférica de Washington se vio com– plementada desde una perspectiva política por una actitud favora– ble hacia los gobiernos militares de la región. Así, los gobiernos de Truman y Eisenhower se pronunciaron por una política de es– tabilidad en un continente donde el golpe de Estado y la dictadu– ra militar eran la regla. Ambas Administraciones reconocieron y dieron su apoyo a los gobiernos de facto sin ninguna consideración de orden moral y jurídico. Las únicas condiciones exigidas e im– puestas por la Guerra Fría eran un anticomunismo militante y la oposición a toda transformación social. No fue sino hasta la déca– da de los sesentas, con motivo de la Revolución Cubana, que Es– tados Unidos pareció mostrar un interés favorable a la modifica– ción de la naturaleza de los regímenes políticos mediante el inten– to de la política de Kennedy llamada de "Promoción de la Demo– cracia''. Se adoptó entonces una nueva actitud frente a los gobier– nos anticonstitucionales basada en la suspensión de la ayuda eco– nómica y militar y la ruptura de relaciones diplomáticas, la cual se insertaba en el contexto de la creación de la ALPRO, concebida como una "revolución pacifica y positiva" frente a las posibilida– des de expansión de la Revolución Socialista, y que proponía la democratización política como medio de transformación de las es– tructuras económicas y sociales. Johnson abandonaría esta línea cuando en 1965, en ocasión de la crisis dominicana, explicitó la política de su Administración con respecto a las posibilidades de cambio político en la región. Con– cretamente señalaba que la revolución en un país era un asunto doméstico, excepto cuando el proyecto de dicha revolución fuera el establecimiento de una dictadura comunista. En ese caso, la cuestión podía provocar una acción colectiva tendiente a salvaguar– dar la meta de ayudar a impedir la formación de un nuevo Esta– do Comunista en el Hemisferio. Las administraciones de Nixon y Ford actuaron en la misma linea, combinando intervencionismo indirecto y reforzamiento del aparato militar en aquellos países donde la crisis social podría desembocar en una nueva experiencia revolucionaria. 137
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=