Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos
ROJari" Green I IMPORTANCIA DEL EffiJD10 DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES. tendientes a la conformación de un nuevo orden económico mun– dial. La filosofía popular que señala "si no puedes denotarlos únete a ellos", puede aportar un elemento de verdad en este ám– bito, sobre todo a la luz del fracaso de los intentos que persiguen la elaboración de un código de conducta para las empresas trans– nacionales. Esa propuesta se origina en la preocupación que por el tema surge en el seno de Naciones Unidas desde 1972, pero la verdad es que los avances logrados en ese sentido son muy escasos. Inclusive, algunos de los países, desarrollados y en desarrollo, que en un primer momento estuvieron de acuerdo con la idea de re– gular la acción de las transnacionales, se muestran reticentes en la actualidad. En algunos de los países en desarrollo -concretamen– te en la región latinoamericana- los cambios de regímenes políti– cos han implicado casi siempre modificaciones profundas en la po– sición a favor de controlar a las transnacionales. En algunos paí– ses desarrollados, el apego a ciertos principios liberales en materia de inversión -no así en el comercio donde parece predominar la tendencia a un proteccionismo renovado y recaIcitrante- lleva a un deseo de no interferir en el libre juego de las fuerzas del mer– cado a través de legislaciones nacionales y mucho menos suprana– dona les. Sobre todo cuando a través del código se pretende asegu– rar que el país receptor obtenga una parte equitativa de los bene– ficios asociados con las acciones de las empresas transnacionales; influir en la canalización de las inversiones de esas empresas a fin de que éstas se coloquen en renglones que el país receptor conside– ra de gran utilidad; y restablecer la contabilidad de esas empresas a fin de conocerlas y reglamentarIas mejor a través de la acción estatal. La posibilidad de lograr un acuerdo unánime sobre estas y otras cuestiones como las sanciones, etc., dificulta enormemente, si no es que imposibilita, el acuerdo. De ahí que pueda llegar a sugerirse inclusive una mayor vinculación entre instituciones in– ternacionales, gobiernos involucrados, y transnacionales, para bus– car soluciones conjuntas, pragmáticas, tal vez casuísticas, pero, so– bre todo, operacionales. Muy vinculado a la presencia de las transnacionales y a la nece– sidad de reglamentar su acción, está la cuestión de la transferen– cia de tecnología. Tradicionalmente la transferencia de tecnología a los países en desarrollo se ha dado en estrecha vinculación con la inversión extranjera directa. En un principio esa inversión se dirigió al sector extractivo (petróleo, minería y agricultura para la exportación) _ Más recientemente se ha venido a localizar en la industria manufacturera, lo que en parte reflejó el tipo de estrate– gia económica adoptada por los países en desarrollo: al determi– narse que la industrialización sustitutiva de importaciones era la meta, la importación de tecnología proveniente de los países en de– sarrollo se convirtió en la piedra de toque. El proceso de interna- 135
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