Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

RaJrtrilJ Grem IIMPORTANClÁ DEI. ESTUDIO DE tAS RELACIONES INTERNAClONAtEL. A pesar de ese endeudamiento creciente del mundo en desarro· llo, que a finales de 1977 reportó una deuda pública externa de 244.000 mi1Jones de dólares, muy poco o casi nada se ha avanzado en materia de renegociaciones y mejoramiento de la situación de deuda. La propuesta de consolidar las deudas comerciales de los países en desarrollo interesados y reescalonar sus pagos en 25 años por lo menos, está muy lejos de ser implementada. La transfor– mación de las deudas oficiales, en especial las de los países de in– gresos bajos, en donaciones, se ha logrado sólo en unos cuantos casos (Suecia y Canadá recientemente), pero aún queda mucho por avanzar en ese terreno. El establecimiento de un servicio fi– nanciero ampliado (facilidad ampliada) bajo la égida del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional para refinanciar los préstamos a corto plazo, está también lejos de lograrse. En septiembre de 1977 se creó dentro de FMI el servicio financiero ampliado, o servicio Witteeven, con recursos del orden de los 11.000 millones de dólares destinados a proporcionar asistencia fi- . nanciera a gran escala y a plazos de hasta siete años, en casos de serios desequilibrios de balanza de pagos. Sin embargo, aún no entra en operación, pues debe ser ratificado por un cierto núme– ro de países, la mayoría de los cuales espera la difícil aceptación del Gobierno norteamericano. De igual manera, ningún progreso se ha logrado en la propuesta de vincular los Derechos Especiales de Giro a la asistencia oficial para el desarrollo, lo que equival– dría a una forma de democratizar al FMI. Por último, la amplia– ción de los recursos de las instituciones multilaterales de financia– miento, es una propuesta que avanza muy lentamente. Las causas de tal lentitud se encuentran tanto en la excesiva liquidez interna– cional de origen privado, que ha venido proporcionando cantida– des crecientes de financiamiento al mundo en desarrollo, despla– zando como tendencia al de origen oficial (multilateral y bilate– ral) , como en la existencia de' importantes actitudes conservadoras en los países industrializados, fundamentalmente Estados Unidos, agravados además por el cabildeo (lobbving) de los bancos priva– dos que realizan negocios con los gobiernos de los países en desa– rrollo. En el campo del funcionamiento del sistema monetario inter– nacional, el panorama se presenta aún más complicado, Ya se lJe– ñalab~ qu~ s~ está en presencia del colapso ?el orden mone¡~i? mundIal dlsenado en Bretton Woods en el ano de 1944. Se 'mdl– có también que el fin propiamente dicho del FMI comienza en 1971, cuando el Presidente Nixon declara la no convertibilidad del dólar en oro. Hasta entonces, el FMI tenía como una de sus fun– ciones principales proporcionar liquidez intern"óonal a aquellos países con dificultades temporales de balanza de pagos a fin de que pudieran poner en orden sus asuntos sin modificar el tipo de 133

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