Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos
ROJ4Y11J Green I IMP()RT~NCI~ OEL ESTUDIO I)E LAS RELACIONES INTERNACIONALES .. más, la conclusión de la guerra de Vietnam y Camboya, y el reti· ro de las tropas norteamericanas debilitaron la posición de Esta· dos Unidos en una región donde hoy se replantean las alianzas. Asimismo, la crisis de los energéticos, a la vez que amplió el nú' mero de actores relevantes en la arena internacional, dado el mar· gen de maniobra que conquistaron los países miembros de la OPEP, mostró la vulnerabilidad de la economía occidental. Por el otro lado, la entrada activa de China a la escena mundial, el estableci– miento de la relación Pekín-Washington y la firma del Tratado China-Japón, han introducido también cambios radicales. Si en la presente década se fortaleció el proceso de distensión soviético-norteamericano mediante nuevas negociaciones en el te– rreno político, económico y militar, dicho proceso enfrenta hoy día nuevos condicionantes. En primer lugar el desarrollo tecnoló' gico en el ambiente nuclear, contradice el espíritu de la misma dis– tensión en la medida en que sigue incrementándose el riesgo de la guerra nuclear, independientemente de las negociaciones alcanza– das en el terreno de la limitación de armas estratégicas. En segun– do lugar, la situación europea está asociada a los cambios cualita– tivos estratégicos y tácticos de las fuerzas sociales y de los partidos poHticos, en particular de la izquierda democrática socialista y del movimiento denominado como eurocomunismo. En ese sentido la estabilidad europea podría encontrarse más en función de la diná– mica interna de los casos nacionales que de las grandes orientacio– nes geopolíticas supranacionales. En tercer lugar, la confrontación ya abierta, aunque indirecta, entre la Unión Soviética y China, el acercamiento chino-norteamericano y la presencia soviético-cubana en Africa podrían debilitar la viabilidad de la distensión. . Como telón de fondo de la política contemporánea ha estado presente, en los setentas, la crisis económica del sistema capitalista. A principios de la década eran ya obvios los signos de agonía del orden ec<?nómico internacional que había regido los destinos de Occidente desde la postguerra. El colapso del régimen monetario internacional a partir de 1971 con la devaluación del dólar norte– americano, el abandono de la convertibilidad y las paridades fijas, y el derrumbe del propio Fondo Monetario Internacional, concebi– do en 1944 en Bretton Woods como la institución rectora del or– den monetario mundial, fue tal vez una de las primeras manifes– taciones. A esta manifestación de caos pronto se unió la agudiza– ción del proceso inflacionario mundial y los inicios de una de las más serias recesiones sufridas por los países desarrollados, y que se agravaría en los años siguientes. Sobrevino también la llamada "crisis de los energéticos", que si bien golpeó a países ricos y po– bres no productores de petróleo, puso de manifiesto un fenómeno nuevo: la vulnerabilidad de las grandes potencias de Occidente. A todo ello se unió el enorme desgaste del aparato institucional in- 129
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