Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

Los ESTUDIOS INTERNACIONALES EN AMERICA LATINA latinoamericanos, en particular. Uno de los factores que precisamente más han contribuido a que las negociaciones económicas internacionales hayan conducido a tan modestos resultados radican en la confusión conceptual que parece imperar en el debate. En efecto, cuanto más se multiplican las conferencias, foros y proposiciones encaminados a promover el establecimien– to de un nuevo orden económico internacional, más de manifiesto queda el hecho de que en esta materia reina "un gran desorden bajo el cielo". Desde diversos ángulos se formulan propuestas específicas que, según los casos, pueden considerarse complementarias, optativas o contradictorias, cuando no simplemente inconexas. En cambio, no se han explicitado suficientemente los grandes modelos alternativos de ordenamiento económico mundial en los que están inspirados los distintos "paquetes" de medidas 18 . De hecho, detrás de la multiplicidad de proposiciones formuladas hasta ahora o· de las políticas externas seguidas efectivamente por los países, subyacen al parecer distintos modelos de ordenamiento económico mundial, entre los cuales el programa de acción del NOEI no es ciertamente el único, que sería necesario distinguir si se desea hacer más claridad en el debate. Esos modelos son básicamente los siguientes: a) el establecimiento de una suerte de "social democracia global", basada en la regulación de los mercados internacionales o en su reemplazo por mecanismos más centralizados, siguiendo los lineamientos contenidos en las propuestas planteadas en el programa del nuevo orden económico internacio– nal, lo cual requeriría la instauración de una suerte de autoridad mundial o un fuerte incremento del poder de negociación (y de la solidaridad) del Tercer Mundo; b) La segregación o el delinking de los países del Tercer Mundo con respecto al sistema capitalista internacional, y su adhesión a estrategias basadas en la confianza individual y colectiva en si mismos, lo que implicaría una fragmentación de la economía mundial que podría ser contraria a las actuales tendencias hacia una creciente interdependencia entre los países desarrollados y en desarrollo; c) La incorporación indiscriminada de los países del Tercer Mundo en la antigua división internacional del trabajo, relativamente remozada, lo que comprometería gravemente su potencial de desarrollo a largo plazo y traería consigo a la acentuación de la desigualdad prevaleciente en la distribución de los beneficios derivados de las relaciones económicas entre ambos grupos de países. 18Análisis tomado de la introducción al libro de E. Hill Y L. Tomassini (editores), América Latina y el Nuevo Orden Económico Internacional, op. cit. 110

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=