Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos
Los ESTUDIOS INTERNACIONALES F.N AMÉRICA LATINA desarrollo, seftalaba que "con pocas excepciones los académicos de los países en desarrollo están trabajando en problemas internos, no externos". Admitía que, en muchos de esos países, el número de académicos es muy limitado y que inducirlos a dedicar su atención al análisis del sistema internacional podría reducir el tiempo de que disponen para estudiar los problemas de sus propias sociedades. Con todo, llegaba a la conclusión de que "en el largo plazo no es satisfactorio que los dirigentes de los países en desarrollo tengan que depender exclusiva o fundamentalmente de académicos de los países ricos para obtener asesoramiento acerca de cómo vincularse al sistema internacio– nal".4 Esta ha sido -y es aún- la situación de los estudios internacionales en América Latina. Un segundo aspecto se refiere a la delimitación del campo de estudio de la disciplina. Los estudios internacionales han recorrido un largo camino en América Latina antes de poder afirmarse como una disciplina dotada de especificidad propia. Durante largo tiempo, el estudio de los problemas internacionales fue monopolizado por la historia diplomática, los estudios jurídicos o los análisis de tipo geopolítico. Más adelante, los internacionalistas cayeron con frecuencia en la tentación de congelar el estudio de la realidad internacional al permitir que su atención fuera capturada por el análisis de algunos fenómenos específicos cuyo estudio, equivocadamente, les parecía constituir una inequívoca expresión de "modernidad" en la disciplina: así por ejemplo, fenómenos tales como las organizaciones internacionales, el sistema interamericano, la integración económica regional, la supranacionalidad o las corporaciones multinacionales, mantuvieron pertinazmente su prestigio, aún largos años después de haber perdido la relevancia que una vez tuvieron, o de haber cambiado profundamente de significado. Una ilusión tal vez más peligrosa aún ha sido la de confundir el estudio de las relaciones internaciona– les con el de la política exterior de cada país, particularmente tratándose de naciones en que esta última es relativamente débil y cuya dependencia frente al sistema internacional es extremadamente aguda, olvidando advertencias de fuentes experimentadas: "El estudioso de la política exterior también debe ser un estudioso del sistema internacional: no puede estudiar el comporta– miento externo de los estados nacionales independientemente del contexto internacional más amplio en que éste se expresa y hacia el cual se dirije". 5 Otro aspecto se refiere al tipo de teoría subyacente a estos estüdios. Stanley ,Hoffman distinguía tres tipos de teoría: "normativa"" esto es, destinada a prescribir cómo debería ser el sistema internacional; "empírica" u orientada a analizar el comportamiento político de los distintos actores; y por 4C. Fre<! Bergsten (editor). The Future of the International Economic Order: An Agenda for Research, 1973, páginas 198-199. 5J. Rosenau, The Scientific Study oi Foreign Polícy, 1971, pág. 305. 100
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