Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa
FERNANDO LENIZ CERDA qué iba a suceder con la integración europea, si efectivamente se iba a producir, etc. El respondió que en realidad la integración de este continente viene en marcha hace mucho tiempo al margen de lo que diga Bruselas o diga Estrasburgo; esta integración la han hecho y la continuarán haciendo los empresarios, son éstos el principal motor. Analizando cuál es el rol que a nosotros nos compete, yo pienso igual. Creo que los principales motores de la integración latinoame– ricana vamos a ser nosotros los empresarios, presionando a nuestros gobienios para que establezcan las políticas que son necesarias para esta integración. Este es uno de los primeros roles que debemos jugar. Ahora, hay que preguntarse qué debemos hacer para esto ycuál es la parte esencial del rol del empresario. E'ita es la respuesta: en este conocimiento mutuo al que me refería debemos buscar oportu– nidades y aprovecharlas, ya que no sacamos nada con detectarlas si no las aprovechamos. Estimo que hay inmensas sinergías en la com– binación de iniciativas y recursos tecnológicos, humanos, financieros y naturales de las economías chilenas y brasileras. Siendo muy interesante Europa de 1992 y muy interesante la iniciativa Bush respecto a América Latina, pienso que a pesar de ello ya que nuestras miradas generalmente se dirigen hacia Europa, hacia Estados Unidos y el Asia, las mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo empresarial las tenemos dentro del área, dentro de nuestra propia región: América Latina. Para esto es indispensable que hayan políticas económicas que sean compatibles y coherentes entre unos países y otros. Quisiera referirme brevemente a algo que mencionó también Eugenio Ipinza: el tema de la conservación ambiental. Quisiera destacar que esto es algo que merece más que una simple mención, ya que tiene importancia por sí mismo. No hay ninguna duda que estamos llegando a un momento en que la producción hace tal uso de recursos naturales que el problema de la conservación del ambien– te y de la renovación de los recursos es absolutamente vital si no queremos llegar a una situación muy caótica. Esto también significa que hay grandes oportunidades de negocios en todos los aspectos de la conservación ambiental, pero creo que en América Latina debe– mos preocuparnos conjuntamente de tener una alerta respecto al uso de la conservación ambiental como una barrera paraarancelaria que ya la están usando los europeos sin disimulo. Brasil tiene el problema de las presiones que le hacen respecto a su selva amazónica; nosotros 1591
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