Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

CAf3LOS DUPRE SILVA nacionales, referidos a los más variados temas, siendo los últimos aquéllos firmados entre los Presidentes Aylwin y Collar de Mello. Bástenos citar, a modo de ejemplo, los siguientes convenios: a), Convenio de Cooperación Turística, de octubre de 1981. A la luz de. este convenio se ha implementado un sinnúmero de medidas que ha incrementado notoriamente el flujo turístico entre ambos países. Las cifras así lo demuestran. b) Convenios de Cooperación Cultural y Científica, suscritos en los años 1974, 1976, 1980. En virtud de estos convenios se ha implementado un interesante intercambio, el que ha ampliado, faci– litado y estrechado nuestros lazos culturales, artísticos y científicos. Se encuentra en estado de negociación un acuerdo que permi– tirá que los dependientes de los funcionarios diplomáticos acredita– dos en Chile o Brasil, respectivamente, puedan desempeñar actividades remuneradas. El gobierno de Chile tiene el más firme de los propósitos de participar e impulsar los mecanismos y procesos de integración eco– nómica del continente. En ellos todas las naciones latinoamericanas deben tener su lugar, siendo la República Federativa del Brasil, como históricamente lo ha sido, uno de los ejes básicos y fundamentales. Es por esto que los Presidentes Aylwin y Collar de Mello han enfatizado la necesidad de vigorizar los procesos de integración regional replanteando las sendas hasta ahora seguidas, definiendo una estrategia acorde a los tiempos que en definitiva sea capaz de convertirse en un instrumento de apoyo al desarrollo económico del continente, todo ello bajo un concepto de economía social de mer– cado con reglas que aseguren su libre y correcto funcionamiento y una armónica aplicación de las políticas económicas. A su vez, con el mismo propósito señalaron que la apertura al exterior y la inserción en la economía mundial, son compatibles con una efectiva apertura regional. Se trata de dos procesos concurrentes. Es verdad que aún subsisten diferencias entre nuestros países, particularmente en ciertos aspectos económicos tales como arance– les, sistemas de protección yotros. Sin embargo, ello no puede ser un obstáculo para nuestros acuerdos, toda vez que es indudable que las distancias se acortan y las convergencias aumentan día a día. Todo tiende a indicar que la complementación de las economías y la /273/

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