Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

RELACIONES CHILE-BRASIL EN LA DECADA DE LOS NOVENTA en el ámbito regional. No obstante, cabe recordar, que las fases históricas de transición/paradigmática son momentos de libertad. La vieja 'partida acabó y las reglas del próximo juego todavía están en elaboración. Eso da la opottunidad para que países alertas conquis– ten un lugar en la mesa. En eso precisamente están empeñados los NICs'asiáticos. La propia marginalización relativa en que ha quedado la mayo– ría de los países latinoamericanos, frenle a las tres grandes formacio– nes económicas hoy distinguibles en el mundo, aumenta nuestra capacidad 'temporal de buscar opciones. El MERCOSUR, en el cual Brasil está activamente empeñado y del cual Chile es miembro potencial e indispensable, puede ser concebido e impulsado'no como simple componente de un aleatorio mercado común continental, sino como factor positivo de la organización de la economía mundial en términos multilateralistas. En el Asia-Pacífico de hoy se está discutiendo mucho ese modelo de economía mundial multilateralista como la alternativa benéfica a la división del mundo en funestos megabloques. No se trata de desconocer la realidad de la globalización de las actividades financieras y de la producción industrial, fenómenos que son resul– tado de la ocupación de parte sustancial de la economía mundial por las grandes compaíiías transnacionales. Se trata de que países próxi-– mas entre sí por la historia y la geografía, por sus patrones de organización social o sus técnicas de producción, puedan con ventaja organizarse en formaciones político-económicas regionales. Inclusi– ve para comercializar e invertir entre los grupos creando economías de escala y mercados para sus productos, fuera de los amenazantes megabloques. /260 I

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