Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

RELACIONES CHILE-BRASIL EN LA DECADA DE LOS NOVENTA funcionales, en este 1TI0mento' histórico, el Asia-Pacífico es el con– junio dinámico formado por Japón; los cuatrO "nuevos países indus– triales" (NICs) que son Singaput, Cotea del Sur, Hong Kong y Taiwán; ycinco'miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia'y Tailandiá (un sexto miembro, Singapur, es contado entre los NICs). A. ese conjunto fue asociado -por ~ecisión administrativa de los reformistas de Beijing- una faja de terreno con anchura media entre 200 y 300 kilómetros, a lo largo de toda la costa del Pacífico de China. No es necesario recapitular cómo Jos países ya mencionados se organizaron, en la segunda mitad del siglo xx, 'en un conjunto fun– cional que representa mucho más que la aproximación geográfica de sus territorios. Aquí me ocuparé, del Asia-Pacífico ya en los años finales de la década de los ochenta. Y daré énfasis a dos tipós de procesos que están siendo estimulados por el dinamismo del Asia– Pacífico. En primer lugar mencionaré la atracción perturbadora ejercida por el avance tecnológico yel progreso material del Asia-Pacífico sobre las mastodónicas estructuras de China yde la Unión Soviética. Ya mencioné la decisión de Beijing de asociar toda una larga faja de su territorio al conjunto funcional del Asia-Pacífico, con la clara intención de ver surgir en la costa china en un plazo de veinte o treinta años, núcleos de modernización comparables a los NICs del área. Preocupaciones del mismo género ciertamente han contribuido en el lanzamiento del reformismo 'gorvachiano. En el famoso discurso de Vladivostok (julio de 1986), Gorba– chov insistió en que la Unión Soviética es también un país del Pacífico, y no hay duda que'de ella son las más extensas costas sobre el océano en cuestión, Esas áreas litorales figuran, sin embargo, entre las ,menos habitadas y económicamente más frágiles de la Unión Soviética. Hacer que el remoto Oriente de la Unión Soviética se beneficie del progreso económico del Asia-Pacífico ha exigido un enorme esfuerzo de ajuste político y económico al interior de ese país. En el plano externo: la necesidad de abandonar ideas de "exaltar revolucionariamente al Este", Para comenzar a ser aceptada en el A<;ia-Pacífico, la Unión Soviética tuvo que desplegar la bandera de la cooperación económica y promover una política de desmantela– miento de dispositivos militares en la región. En su segundo "discurso asiático" (Krasnoiarsk, septiembre de 1988), Gorbachov trazó un /254/

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