Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa
AMAURY PORTO DE OLlVEIRA Estados Unidos. El desmoronamiento del sistema de Bretton Woods, la crisis de la energía, el endeudamiento del Tercer Mundo, fueron marcadas expresiones del cambio para el medio ciclo de decadencia del cuaLse espera que el mundo industrializado pueda salir en el transcurso de la década de los noventa. Esta es una nueva confirma– ción de la teoría. Y esto hace creer, gracias al alineamiento de las economías industrializadas, que se pueda producir un sistema de organización de la vida económica y social muy distinto del modelo -elaborado y universalizado por Estados Unidos- sobre el cual se apoyó la Segunda Revolución Industrial. Es posible decir que Japón es el país donde más avanzada se encuentra la elaboración de elementos capaces de integrarse en un nuevo modelo socio-tecnológico para la fase en vías de abrirse. Pero todavía no es válido hablar del modelo japonés como algo acabado. Ni está garantizado que ese eventual modelo japonés se imponga al mundo. En verdad, hoy en el globo se distinguen tres polos que se están preparando para el futuro: Estados Unidos, Europa unificada y Asia-Pacífico. O sea, las mismas tres áreas a las que se acostumbra atribuir vocación de megabloques comerciales. Me parece más co– rrecto, y ciertamente más positivo, ver esos grandes espacios en vías de estructuración como laboratorios de experimentación tecnológica y social. El modelo de la Tercera Revolución va a ser posible como resultado de los esfuerzos paralelos en que están empeñados esos laboratorios. Pero sería trágico para todos que la competencia entre ellos se redujera a luchas tecno-comerciales. La humanidad estaría marchando hacia un nuevo conflicto de proporciones mundiales, y esta vez sin la garantía de ver salir de la guerra un nuevo impulso de progreso. Es de interés general combatir la idea de los megabloques. Se debe exigir de los países industrializados que el próximo paradig– ma técnico-social traiga en su diseño mecanismos para la solución de problemas como el subdesarrollo de grandes sectores de la población mundial o de la recuperación del medio ambiente global. En esta perspectiva, tiene especial importancia el laboratorio de experimentación del Asia-Pacífico. Geográficamente, la región Asia-Pacífico es apenas un frag– mento de la Cuenca del Pacífico Norte. Es el margen asiático del gran océano, que desciende desde las heladas costas orientales de la Unión Soviética hasta las islas del Sudeste asiático. Pensada en términos /253/
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=