Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

RELACIONES CHILE-BRASIL EN LA CECADA DE LOS NOVENTA La segunda se reIáciona básicamente con el hecho de que todos los países de América Látina -incluido Chile, a pesar de que ha desarrollado una cierta e)cperiencia en la región- están todavía muy lejos de dominar los problemas del comercio en este ámbito. Las dificultades de acceder al mercado japonés u otros similares están indicando lá necesidad de que se elabore un verdadero centro de adiestramiento regional que sea capaz de penetrar en los mercados del Pacífico de una manera efectiva. Si se piensa, por ejemplo, en la idea de establecer una escuela de negocios del Pacífico que pueda estar al servicio precisamente de las necesidades de las exportaciones de los paísesque están activamente interesados enJa región, se estaría atendiendo a una necesidad que- hoy está visiblemente desatendida y, por cierto, con resultádos muy negativos. La tercera iniciativa que puede ser muy adecuada, es una que se presentó ya por parte de la Sección Chilena del Consejo Econó– mico de la Cuenca del Pacífico (PBEC) y que propuso la creación de una Cámara de Comercio del Pacífico, que específicamente tuviera por objeto desarrollar las relaciones comerciales entre los países de América Latina y los de la región Asia-Pacífico. No tanto entre ellos, porque ya hay formas de cámaras de comercio bilaterales como las de AsEAN, sino lo que falta en realidad es una cámara que haga el servicio a través del Pacífiéo, Mirado esto mismo desde el punto de vista de los servicios y de la transferencia de tecnología, también se puede observar que hay algunas iniciativas importantes que se podrían adoptar. En materia de transporte -aunque ya se ha hablado bastante de este punto- quizá es necesario destacar que siempre el criterio predominante que está por detrás va a ser el problema de su costo y de su eficiencia econó– mica. No me parece enteramente claro el hecho que una opción sea en este momento preferible sobre olra, sino que son los mercados los que están determinando las realidades. En materia de servicios bancarios y financieros se puede apre– ciar igualmente una situación donde América Latina tiene mucho por hacer, ya que sus servicios bancarios y financieros son francamente malos comparados con los de los países asiáticos. En ese sentido, también Brasil y Chile podrían hacer algo bastante más novedoso proporcionando estós servicios que faltan. Se trata de una cierta coordinación de intereses en lo que respecta al Pacífico en general como a ciertas unidades -ya sea el Pacífico Sur, ASEAN u otras de la /234/

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