Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa
RELACIONES CHILE-BRASIL EN LA DECADA DE LOS NOVENTA con capacidad significativa para absorber tráficos de éargas en trán– sito, y en el uso de una infraestructura, caminera y ferroviaria, que permite conectar esos puertos con el Atlántico, cubrienqp al efecto distancias menores que otras alternativas ubicadas más al Norte. Hay sin embargo mucho más, particularmente en lo que se refiere a la calidad de los servicios que los puertos chilenos pued~n brindar. No hay que olvidar que estos son administrados de manera reconocidamente eficiente yque en torno a ellos funcionan empresas de servicio a las naves ya las cargas, también de reconocida eficiencia. Ello ha redundado en un manipuleo de la carga cuidadoso yde.costos notoriamente reducidos, especialmente si se los compara con los puertos atlánticos sudamericanos. Estas capacidades básicamente centradas en el desarrollo del recurso humano son un elemento muy importante a considerar. Por de pronto, avala ygarantiza la buena explotación portuaria, la necesidad que tiene Chile de acceder de manera crecientemente eficaz a los mercados externos, pues de ello depende su propio desarrollo. Mención aparte merece la Zona Franca de lquique, cuyos empresarios han desarrollado una notable capacidad de gestión, especialmente en lo que respecta al comercio de importación y han podido así competir con éxito con otros centros dedicados en gran escala al rubro. El conocimiento y experiencia acumulados hasta ahora por ellos es, por supuesto, un factor que naturalmente compa– rece en la oferta que encierra la propuesta de las vías transcontinen– tales. Desde otro punto de vista, los puertos chilenos tienen buenas posibilidades de expansión yen esto se puede afirmar que la geografía ha sido generosa con el país. Otro elemento de gran trascendencia está constituido por el avance constante y creciente que ha experimentado, en términos cualitativos, la normativa bajo cuyo amparo se efectúa o es posible efectuar el transporte internacional terrestre dentro de los países del Cono Sur. Ha habido aquí un esfuerzo conjunto de las autoridades involucradas y, en definitiva, ellas han ido plasmando en disposicio– nes concretas, tanto las experiencias adquiridas como los propósitos cada vez más integracionistas de los respectivos gobiernos. . La disminución de trámites y de impedimentos y el estableci– miento de reglas del juego cada vez más claras y no discriminatorias, . /2121
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