Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

RELACIONES CHILE-BRASIL EN LA DECADA DE LOS NOVENTA importantes que la política apañada y fue tan rer~vante como las secciones de espectáculos y deportivas. Esto ayudó a difundir una serie de conceptos qJe se ignoraban, a,c~estionar, o,tra serie de pre~isas ~ de p:~j~~~jd~,~~j>ro~,agar cono– Cimientos baslcos de economla. Se Jdenufrcb a la' IImaclOn como el mal que ataca a los más desprotegidos. Sct?evp)Ó, que el paraguas contralor del Estado ayuda a los que disponen dé. más recursos y no beneficia a los postergados. Se destacó la impo.(taó~ia del ahorro, de la inversión, del mercado de capitales. Se destruY~;ipn mitos negativos sobre los empresarios, construídos sistemáticamen'te con fines políti– cos y de lucha de clases. En fin, la especulación y el lucro dejaron de ser vistos como males y explotación de unos sobre otros. . ,.," Esa conciencia del esfuerzo permitió (acilj!~.~ el camino para las reformas previsionales yprivatizar otra serie de servicios públicos que siempre se creyó que sólo el Estado debía y podía prestarlos. Y se dió paso a lo que se bautizó como el capitalismo P9P~lar. Conceptos que forman parte de un ag:f.Y0 que r~~9.9,,9ce el esfuerzo personal yque ha desembocado en pa.~.sqc.ial,.~risecuencia de posiciones más reflexivas, de negociac!ºnes'!sol~~tl~ás más razo– nables, de que la empresa es una suma y no una división de sus componentes. !i:}'rf-">' .; En una clase en la Escuela de Reriodismo!!de¡la Universidad Católica de Chile en que analizábam~s con los est~dia'ntes las postu- . ir. ras de los partidos políticos previas a las elecciones.de '1'989 en materia .' ~ municipal y regional, quedó cIara que, algunos más yotros menos, se referían a la destinación de fondos a las comunas y regiones. al respecto una alum'na hizo el siguiente comentario~·"Nunca los parti– dos, en sus programas, señalan de dónde saldrán los recursos que desean destinar a talo cual proyecto". Estees un avance notable. Que una jovencita de 19 años plan tee esta inquietud, la que no recuerdo haber escuchado en la década de los setenta ni menos antes, ni por parlamentarios ni autoridades, ni periodistas. Ello es un signo de que los principios de una economía sana están en la conciencia de numerosos sectores. Sin embargo, este acervo puede perturbarse por el discurso político que busca, mediante el populismo, el beneficio electoral. Por ello la vigilia debe ser permanente. /194/

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