Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa
JOAQUIN VILLARINO GOLDSMITH preocuparse del tema económico. Los actores y detractores del mo– delo se convirtieron en el centro de la polémica. En 1974-75 nuestro país venía saliendo de la llamada "vía ,i ;', chilena hacia el socialismo" y el modelo brasileño era un ejemplo digno de considerar en muchos aspectos. Recuerdo que se organizó un equipo de periodistas que viajó a Brasil a recoger opiniones y experiencias. Una de las entrevistas que hice fue a Carlos Langoni, entonces joven economista, quien dio una virtual clase magistral sobre la experiencia de su país. Aquellos reportajes fueron un aporte al proceso chileno y contribuyeron a la toma de definiciones en momentos de incertidumbre en que el clima no era favorable para la libertad económica. Quizás eso sea lo valioso que pudo aportar el periodismo a ese proceso incipiente que estaba gestándose y que requería de referen– tes para consolidarse en las luchas internas que el proyecto de economía social de mercado enfrentaba. Para el mundo de los negocios en Chile la creación, a fines de la década de los setenta, de un cuerpo especial llamado "Economía y Negocios" en el diario El Mercurio, en que tuvo especial ingerencia Cristián Zegers, fue un vehículo extraordinario para el desenvolvi– miento de una conciencia económica y empresarial en importantes y determinantes sectores del país. Fue una iniciativa que se desarrolló contra el ánimo de los mismos empresarios que temían ver en letras de molde sus negocios, el desempeño de sus empresas, el movimiento de accionistas impor– tantes, los proyectos que tenían entre manos. Las presiones adversas y las críticas constituían una barreraque parecía infranqueable. Desde su perspectiva, los empresarios no distinguían que si bien lo sigiloso y el secreto en el mundo de los negocios tiene ventajas, ante la opinión pública es más positivo aún la transparencia del mercado financiero y empresarial. Y que esa misma opinión pública tomase conciencia que los negocios requieren de iniciativa, planifi– cación, pensamiento y de capital. Que los milagros no existen en el desarrollo de una sociedad y que éste es producto del trabajo, del orden, del pensar las cosas bien antes de hacerlas y, junto a ese esfuerzo, que se requiere de medios económicos y humanos califica– dos. Luego se sumaron otras iniciativas en semanarios, periódicos, radios, comentarios en televisión. La economía ocupó secciones más /193/
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