Relaciones Chile-Brasil en la década de los noventa

AUGUSTO ANINAT DEL SOLAR del nivel de la protecci6n, reducción de la selectividad, supresión de los no arancelarios) como, al mismo tiempo, se afirman algunos proyectos de integración subregional (GRAN, MERCOSUR) yse reducen los regionales y aparecen algunos más continentales (México, Esta– dos Unidos, Canadá y Chile). Así, las afinidades no se basan ahora en identidades como las categorías de desarrollo y cercanías geográ– ficas y culturales, sino más bien por la similitud de políticas económi– cas. La experiencia de Chile muestra que no basta con la decisión de cambio de la política respecto del exterior, sino que en mucho la posibilidad de concretar los efectos esperados radica en la viabilidad y de un profundo cambio cultural acerca del rol del Estado y las libertades económicas de los agentes privados (productores y consu– midores). Si la región logra plasmar un cambio en esta dirección, especial– mente en sus economías mayores, se crearía una notable expansión del comercio (estimada, sin gran crecimiento económico, en cerca de 50 billones de dólares). Si Chile conserva su simple participación actual en estos mercados, podría aumentar considerablemente su tasa de crecimiento anual del POBo De lo expresado en los acápites precedentes, se desprende como corolario la necesidad de cooperar al establecimiento en la región de estrategias de políticas de comercio exterior que sean funcionales a los enormes desafíos que en esta materia deberán enfrentar los gobiernos de América Latina en los próximos lustros. /177/

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