América Latina: ¿clase media de las naciones?

"Si alguien quiere saber cuál es mi patria se lo diré algún día Cuando. todo milagro sea posible y ya no sea milagro el de la vida: Dirán que somos libres y golosos, que gozamos del pan y de la espiga, Que cada hombre tiene dign'idad, cada mujer sonrisa. Que tenemos la patria vefdadera y ésta también será la patria mía. Si alguien quiere saber cuál es mi patria se lo diré ese día." Nuestro destino. sólo puede construirse con las grandes mayorías conv·ertidas en actores y ejecutores, con los pueblos hoy discriminados y atrasados. No existe posibilidad de conservar nuestra cultura si el futuro es construido por élites desconectadas del pueblo, no alimentadas, no re. novadas por el pueblo. La energía del hombre americano está en sus obreros, campesinos, estudiantes, empleados, empresarios, académicos y profesionales, en todos eHos, no en un grupo particular. Es esa ener– gía la capaz de construir un destino en la medi<la en que su expresión se organice y respete y su unidad se preserve. En las élites actuales la dependencia ya ha hecho estrago y en muchos de sus miembros la mirada se encuentra fija en el exterior. El desarrollo del norte podrá ser admirado por el pueblo, pero no 10 ha deslumbrado, no ha que. brado su fibra ni ha roto su conexión vital con sus orígenes. Es en el pueblo donde está la capacidad oreadora, es su origen el que conserva el tesoro de su futuro, de nuestro destino. Sólo la calidad social de la construcción le da a ella permanencia, sentido de futuro, optimismo. Ese proceso de construcción partidpada será un hecho generado por la socialización. Por ello creo que la soda:lizadón, el empuje colectivo, el incre– mento de las interrelaciones entre las personas, el aumento de las ac– dones comunes, de las empresas llevada a cabo por voluntad y con– sentimiento de todo el grupo social, son causa y efecto de la construc. ción futura, constituyen el camino hada nuestro destino y nuestro des– tino mismo. Pero ¿cómo se crea ese destino? ¿Qué hace posible esa real sociali. zación que está en la base del pensamiento cristiano y por ello tan his– panoamericano? No hay otra forma que la democracia. 47

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