América Latina: ¿clase media de las naciones?

vez que aparece la idea de la felicidad asociad.a a la sociedad huma. na, despu~s,de la. precaria experiencia de Adán y Eva. .' En ese sistema, de valores y en ese proceso creativo que no se agota está nuestro destino, un destino dictado antes que todo por los ibero. americanos. Alli está también el origen de la tensión profunda que se agita a 10 largo del continente, pero también está la. tremenda potencialidad auténticamente creativa de América Latina, que no puede ser copia de la civiliZación anglosajona sino la versión d·e una nuev,a sociedad que exprese en una forma distinta los valOlres profundos de Occidente. El éxito ha sido sólo pardal. En América Latina no se han dado resu:ltados espectaculares. Se han dado éxitos individuales y socia. les, pero también se presentan miserias y fracasos. Las causas son variadas y, por lo mismo, sujetas a diversas inter– pretaciones, enfoques y opiniones. Ha habido algunas inform3.das. Otras han sido ignorantes. Se ha dicho que el· hombre· latinoamericano es reado a la disci. plina, carente de imaginación, desprovisto de la voluntad que exige el avance hada el futuro. Todo ello es falso. El atraso relativo de América Latina frente a Occident.e tiene cau,sas. más prQf:und.as , tiene razones que no radican' en el ser americano, que no están en ~u nombre. Las razones, las causas, están en motivos históricos que, generados en otros continentes, tuvieron consecuencias adversas. en América La. tina: . Están en una economía que nació distorsionada, como. consecuen– cia del colonialismo yde la forma que el comercio internacional tomó durante siglos. Está en .su geografía difídl, en muchos aspectos, hasta hoy día indomable. Está en que a América Latina llegaron juntas la revolución tecnológica y. la revolución industrial. Está en' que habien. do heredado del espíritu europeo, mundo y trascendencia, creencia y fe, técnica moderna· y rdigión, no hemos jerarquizado estos valores en· su valor r·elativo del uno al otro ni los hemos adoptado o recreado en función de nuestros intereses culturales o materiales. Amérka Latina ha sido receptáculo de doctrinas y filosofías crea;. dás en otro continente, campo para inversiones originadas en. otras economías, productora ~e bienes par.a otros mercados, terreno para expresiones inspiradas en otras naciones. Así se conjuró el atraso de América La6na y las penurias de su eXistencia y se impidió a este continente utilizar sus imaginaciones e inteligencias para crear su propia entidad. Hemos vivido, muchos años. con· una fe sin ciencia, con r·eLigión sin técnica moderna y con trascendencia sin mundo.· Tantas naciones han vivido en un mar.co estrecho, de mezquinas historias nacionales disolventes de un desarrollo au~éntico, de dictaduras infames, de de. pendencias asfixi;antes, de -artificios desnaturalizados por imponer fren\>

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