América Latina: ¿clase media de las naciones?
nómica.. Frentealrechaz0 de la élite, América Latina inició· de manera siste~átka su v¡'ncu:lación con el Tercer Mundo· y concertó con él su acción, ¿ando prioridad al foro d,e Naciones Unidas por sobre el del sistema in,teramericano. Entre otros resultados de esta estrategia, se incluye la cr·eadón de UNCTAD. El único político norteamericano contemporáneo que comprendió J.asimplicaciones del surgimiento y reivindicación latinoamericana, fue el Presid'ente Kenfioedy. Como su nombre lo indica, la "Alianza para d Progreso" fue el único intento serio· de Llegar a una alianza entre la éHte yIa clase media para ayuda.rla a consolidar su posición y, so– bre esta base, permitirle una participación en el· poder internacionaL América Latina recibió con entusiasmo esta llpertura .de la élite y por primera véz las ~strúcturas del sistema interamericano se adecuaron paraacomodaír el interés de la región. Pero este pacto de consolid'a– ción moridacon Kennedy. Las adminilStrac·iones que siguieron en los Estados Unidos dejaron languidecer la Alianza y. fi·nalmente la proclama.ron oficialmente muer. tao Ello no se debió tanto a la sangría económica y moral d'e la guerra de Vietnam, sino· a un radical cambio de concepción del Gobierno nor– teamericano. 1:0 que había comenzado a ser una posici6n de élite abierta en el marco de· un sistema flexible, volvió a constituirse en una élite cerrada dentro de un sistema rígido. De esta manera, inevitablemente se volvería a una concepción patJernalista de la comunidad internacio– nt.lll, en armonía con los otros centros.. de· poder de la Hite industcia– li11ada, en el marco. de un esquema pentagonal. El propio sistema in– teramerkano regres6 a su histórica modorra burocrática. En este con– t~xto, las reformas de la Carta de la OEA de 1967, que plasmaban los postulados de la a.l11anza, venían a recoger una. realidad ya inexistente. La consiguiente frustración 1atinoa ¡nerka.na se tradujo, como era de espera:r, en la búsqued", intensiva de la alianZla. alternativa con. el Tercer Mundo en todos los foros internacionales, proceso que, como 'Se Índkó, ya ha sido exitoso al nivel de los postulados y marcos de acción y. que paulatinamente progresa al nivel de los intereses especí. ficos. Es difícil predecir qué habría sucedido en este plano si acaso la Alianza para el Progreso se hubiese mantenido como esquema de con. solidación; probablemente, la cooperación de América Latina con el Tercer Mundo hubiese continuado desarrollándose en términos simi– la.res; pues de hecho venÍla; gestándose con anterioridad a la propia Alianza, pero 10 que también es probable es que su tónica habrfa sido. diferente pues se ha'bd.a desarroLlado dentro de un sistema caracterizado por la. fle~ibilidadde kt élite y, por tanto, con una amplia perspectiva de cooperación y acomodo pacífico. En tal sentido, el nuevo orden económico· y el Jiálogo Norte,Sur podrían haberse ca'r.acterizado, po por un énfl'entami'ento cada día más áspero, sino por una..conceIt.a.cióp de .interes.es .cadlt día .más viable. 3.0
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