América Latina: ¿clase media de las naciones?

términó, 'el' solo h«ho de que Améri'ca Latina tenga una' clara con.. cienda: de sus áspiraciones y busque la 'consoLidadónd'e Su p'osidón y de su participación en el poder, 'es por sí mismo, 'indepel'ld,ientemen– te de 'sus resultados, un elemento beneficioso papa la región. Ello per– mite evitar el manipuleo de la clase media por la élite que se produ– cida de no existir esta conciencia o de ser ella incipienre. Además, el hecho ,de que América Latina: haya logrado proyectar su concienda a' otros sedores ímpOlrtantes del Tercer Mundo, que asi han percibido sus propios intereses, ha sido fundamental para establecer la: amplia lJ. plataforma de reivindicaciones y las bases para la reestructuración del (/1 sistema intern:a.cional . ,De esta manera, la presencia del fenómeno de .... la clase media no ha beneficiado a la élite, que habrí'apodído desem- peñarse más fádlmente sirO esa <ondenda progres:Ív-a, de los demás sectores. ' Otro elemento de juicio importante surge en tort'lo al problema de las au,anza-s de la clase media. Si la élite percibe con inteligencia y sentido de continuidad las implicacioli'es de las reivindicaciones de la clase media, buscará asociarla <e incorporada en adguna medida. En este caso, será su propia forma de vida y su propio modélo de desarro– Ho el que resultará fortalecido mediante su expansión y aceptación por otros Sedores de la sociedad. Incluso, la porción de" poder que se pueda perder en intensidad será compensada por la difusión de ese poder en una mayor extensión. Concretamente, si :América Latina fuera asociada por la éliteel resultadó probablé sería' un fortaléd. miento del modelo de vidá occidental y de sus esquemas de desarrollo, no sólo por extenderse al ámbito ltatinoametidmo sino principalmente por la mayor defensa que este modelo tendría frente' a formas alter– nativas, por el efecto mostración que ello 'producida y por el hecho de que los esquemas, del Tercer Mundo perderían proporcionaI.mente su impacto. Desde este punto. dé· vislla, habria un daro. beneficio para la élite y paira su nu'evo aliado. No obstante, como se verá, ya es tarde pa'ca una a:lianza sustitutiva del esquema del mundo y quizás s610 cupieran tipos de alianza complementaria. Sin embargo, suele suceder que la élite reaccione con la arrogancia y la 'Soberbia del poderoso, despreciando las pretensiones de una clase media ascendente y aferrándose a las posiciones paternalisbas propias de una cIase cenrada. En tal alternativa, la clase media opta por l>as a1iam'as que se han descrito,con los demás sectores derl:a sociedad. CucatquieIl3..que sea el beneficio que resulta de esta última opción, él no quedará radicado en la élite. Por lo que se ha expli~ado antei'ior. mente, éste pareciera ser el caso a que se ve enfrentada Amécica Lati– na. Si así fuere, el beneficio de la opción qued'll:rá ;radicado en el éspei:Úo ¿e . las ,aspiracio:nesdel Tercer. M!1ndo. ,.' ' .... . , . . Debe también tenerse presente que no siempre el ,f¡ipo de aü;mza que la clase medi'a estructure, y .1a consiguiente :radicad6n d'el bene- 27

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