América Latina: ¿clase media de las naciones?

segmentos podrán inclinarse por distintas aliánzlls, dando así lugar incluso a ,estrategias -diyersificada;s. Dentro de un esquema social relativamente flexible y abierto. que permita razonablemente cambios sin confront.ación, 1a primera incli. nación de la clase media ascendente será probablemente la de buscar su alianza con la propia élite. Ello es particularmente cierto cuando la clase media imita las formas de vida de la élite y aspira a ser en alguna medida considerada parte de la misma, o cuando media una cierta afinidad mlturaJ con esa élite. La factibilid-ad de esta alianza depénderá principalmente de lareacdón de la élite. Si ésta accede a viabilízar la consolid'l1ción de la clase medi·a y a compartir con ella el poder, 10 que en definitiva involucra el 'renunciar a la posición de élite <,errada y 'aceptar la difusión del poder, la aHanza puede prospe. rar y producirse una readaptación pactada. Por el contrario, si la élite rechaZla el acomodo buscado y rigidiza d sistema, esa clase media i<1l. renta;rá sus alianz,as álternativas. El segundo tipo de alianza que la clase media tiene disponible es con d sector proletario de la soéiedad, con el cual puede estructurar acciones comunes que tiendan al desplazamiento de la élite en bene– ficio de ambos 'sectores, aun cuando normalmente cada uno de ellos mantendrá sus propias 'aspiraciones en forma rdativamente individua. Liz,ada. La factibi'lidad de este esquema dependerá en gran medida del grado de conciencia que ese sector prolet:ario tenga en sus propias as– piraciones, en consecución de. las cuales podría movilizar su acción en a1íanza con la clase media. 13 En principio cabría pensar en la posibilidad de que si el grado de conciend-a del sector proletario es grande, pudiera emprender por sí mismo un proceso reivindicatorio que se -dirigiera tanto en contra de la élite como en contra de la <lIase media, desplazando a ambas de su situación relativa al podler. Sin embargo, la experiencia histórica de. muestra que, dándose una clase medía bien estructurada, la -acción proletaria directa normalmente es ineficaz para el Jogro de ese pro– pósito. En ausencia de una clase me-dia la situación es dertamenl:e di. Ferente. De esta manera, la mayor conciencia proletaria no es un obs– tku:lo para la eventual alianza con Ia clase media y, por el contrario, la hará más v.iable. Brenteaestesegundo tipo de ,¡¡ljanza, la manera como el cambio busoado se lleve a la práctica también dependerá en principio de la reacción de la élite. Si el sistema se mantiene abierto y fJexible, el cambio en cuesti6n puede material,izarse sin confrontación. En caro. 13 Para un análisis de los problemas de conciencia de dase, movilidad social y relaciones con las. élites, Raymond Aron: La lutte de classes, Ga.. llimárd, 1964. Especialmente capítulos XIII, XIV Y XV. 21

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