América Latina: ¿clase media de las naciones?

excesiva generalidad, no satisfacen los intereses de los distintosgru. pos de países en desarrollo, y consiguientemente debilita el apoyo de esos países al programa del NOEI. Los países semiindustrializado5 representan un elemento importan– te y singularmente dinámico dentro del conjunto de los países del sur e, históricamente, son los que han acumulado una experiencia más ri. ca en materÍa de -desarrollo y están en condiciones de proporcionar ma– yores elementos para anticipii't la evolución probable del sur en el fu. turo. Por eso resulta particularmente significativo observar que estos países son, precisamente, los que en el período más reciente han d¿ mostrado poseer mayores condiciones objetivas -y una mayor volun. tad política:- para iniciar negociaciones con el Norte sobre la base de la identificación de sus intereses mutuos. Lo impo.r;tante, sin embargo, es que estos países comprendan que una integración indiscriminada en la economía internacional podría in– fligirles costos que superan los beneficios esperados, costos que por su naturaleza con frecuencia permanecen ocultos durante las primeras eta. pas del proceso, y opten por ensayar una estrategia de "participaci6n selectiva en el sistema" susceptible de armonizar la maximización del bienestar que podría derivarse del incremento de sus transaccione$ in. tennadonales con la preservación de su autonomía política, econ6mica }' cultural. Es ta:mbién importante que tanto los países del Norte como los del Sur comprendan que para extraer las ventajas a que podría dar lugar la mutualidad de intereses que los une es necesario asumir todas las consecuencias derivadas <le esa relación de interdependencia, intro– duciendo en el antiguo orden económico internacional aquellas refor– mas que fueren necesarias a la luz de una visión global y de largo pla– zo de 'la economía internacional, como la que se ha sugerido más arriba. na

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